Las fiestas clandestinas en la Costa, un dolor de cabeza para intendentes

El intendente del Partido de La Costa, Cristian Cardozo, dijo ayer que los municipios balnearios bonaerenses están haciendo un “esfuerzo enorme” para controlar que no se realicen fiestas clandestinas y aseguró que se reciben “decenas de denuncias por día”.

“A los turistas les pedimos que entiendan que este verano es atípico. Si nos queremos ir de vacaciones para ir a bailar a un boliche, eso no va a suceder”, dijo el jefe comunal ayer.

Las fiestas clandestinas y las juntadas de adolescentes y jóvenes se instalaron como uno de los principales dolores de cabeza para los municipios de la Costa Atlántica, en medio de un fuerte aumento de casos de coronavirus en la Provincia.

“Lo de las fiestas no habilitadas es algo que está sucediendo en todo el país, que es difícil de sostener. Las fuerzas de seguridad están haciendo un gran trabajo para intentar contener y que eso no ocurra”, dijo Cardozo ayer en declaraciones a la prensa. “Creo que hay que volver a apelar a la responsabilidad individual”, agregó.

El jefe comunal reconoció que “el tema de los encuentros masivos en lugares cerrados nos empezó a costar más en estas últimas semanas”.

“En los municipios tenemos habilitados los bares, que sacan sus mesas a las calles. Pero tenemos que entender que este es un verano atípico. Los turistas que salgan de sus casas tienen que entender eso”, pidió.

MAR DEL PLATA

En Mar del Plata, en tanto, sólo en diciembre hubo un promedio de 6 fiestas clandestinas diarias, y la fiesta de fin de año triplicó el número, al menos de las que los controles consiguieron desactivar.

Es que hubo unas 70 denuncias de las cuales “20 fueron de eventos ilegales”, informó la municipalidad de Mar del Plata. Solo en una de éstas había unas 600 personas.

“En algunos casos se tuvo que pedir la intervención de la policía por la cantidad de asistentes”, detalló la comuna, como en la que se llevaba adelante en Daprotis y la costa, en la zona norte de la ciudad.