Empezó el juicio: Mía, el crimen en Berisso que nadie puede olvidar

En 2014, la chiquita, de tres años, sufrió una salvaje agresión que le provocó la muerte. La madre y su pareja enfrentan durísimos cargos y pueden ser condenados a perpetua

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Los tiempos de la Justicia. Un caso aberrante, que tardó siete años en llegar a juicio oral y público. El 24 de septiembre de 2014, Mía Aguirre (3) perdió la vida luego de varios meses de maltratos físicos y un ataque sexual en Berisso. Los acusados son su madre y la pareja, que ahora enfrentan durísimos cargos por los que podrían ser sentenciados a perpetua.

Según entiende la representante del Ministerio Público, Silvina Langone, “la menor Mía Aguirre de tres años de edad sufrió maltratos físicos entre abril y el 20 de agosto de 2014 cuando convivía con su progenitora y el concubino de esta. Sin poder precisar la fecha exacta, el concubino de su madre la abusó sexualmente, accediéndola carnalmente vía anal, sin que su progenitora lo evitara y el 24 de septiembre falleció a consecuencia del abuso”.

En estos términos, brutales, la fiscal expuso los lineamientos de la postura que asumirá a lo largo del proceso.

Cecilia Cabrera y Sergio Argañaraz son los imputados, que estuvieron presentes en la audiencia y siguieron, en silencio, el relato de los primeros testigos.

Un vocero de tribunales indicó que, pese a la crudeza de los relatos, “no mostraron reacción alguna”.

Solo pidieron retirarse a una sala contigua cuando un fotógrafo de este diario apareció en la sala y, una vez que se retiró, volvieron a ocupar sus asientos.

En líneas generales, todas las voces apuntaron a lo atroz de la situación que rodeó al caso.

La primera en presentarse ante los magistrados del Tribunal Oral en lo Criminal I de La Plata, Cecilia Sanucci, Ramiro Fernández Lorenzo y Hernán Decastelli, fue la abuela materna de Mía, Roxana, quien había logrado llevársela con ella, pero en la etapa de instrucción un juez de familia la terminó reintegrando al hogar de su progenitora.

La abuela de la nena aseguró que había hecho denuncias y que acompañó “fotos de la nena golpeada”, aunque “no hicieron nada” y todo terminó de la peor manera.

También declaró su padre biológico, al que se lo vio muy afectado por el recuerdo y las emociones, que dificultaban cada una de sus palabras.

Los médicos, por su parte, con términos muy técnicos, pero que describieron con absoluta claridad el estado en el que recibieron a la chiquita, dejaron a todos paralizados.

La doctora Lutkevicius, por ejemplo, del Hospital de Niños de La Plata, aseguró que estaba en terapia intensiva cuando ingresó Mía al sector y dijo que “su cuadro era atroz”.

El doctor Galetta, del Hospital Larrain de Berisso, recordó los hematomas, las fracturas y que la nena ingresó en paro cardiorrespiratorio.

Finalmente, atestiguó una policía que llevó a la menor con su madre y la pareja a ese centro asistencial.

A Cabrera la asiste la Defensoría oficial N° 10 y a Argañaraz, la N° 4.

Para hoy, trascendió, está previsto el testimonio de otros profesionales de la salud.

Conmoción

La terrible historia de Mía salió a la luz el 20 de agosto de 2014 cuando la madre la llevó al hospital de Berisso argumentado que se había caído. Pero cuando los médicos revisaron a la menor, observaron que tenía hematomas en la cabeza, el abdomen y los cuatro miembros, además de fracturas de cúbito y radio izquierdo y fractura costal derecha.

Mientras evaluaban esas lesiones, Mía sufrió un paro cardiorrespiratorio, lo que motivó su derivación al hospital de Niños de La Plata, donde finalmente se produjo su fallecimiento.

La instrucción del caso estuvo en manos de la fiscal Virginia Bravo, titular de la UFI N° 7 de nuestra ciudad.

Cabrera y su pareja, Argañaraz, fueron detenidos el mismo día de la muerte de Mía.

El operativo se realizó en una pequeña casilla del barrio Los Talas, donde vivían juntos con el hijo que tenían en común.

Por el caso, en medio de muestras de profunda consternación, familiares y vecinos de Mía hicieron varias movilizaciones en reclamo de justicia.

 

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