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Espectáculos |ANIVERSARIO MUSICAL

Charly, según pasan los años: siete décadas de vanguardia y excesos de un artista genial

El irreverente ícono de la cultura nacional cumple 70 años el sábado: desde 1951 hilvanó temas legendarios y bandas que sirvieron de soundtrack de una época con polémicas y transgresiones

Charly, según pasan los años: siete décadas de vanguardia y excesos de un artista genial
17 de Octubre de 2021 | 02:53
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Genial, irreverente, polémico, lúcido y, en muchos pasajes de su carrera, adelantado a su época, Charly García llega el sábado a los 70 años ya consagrado como un mito, incapaz de pasar inadvertido, versión vernácula del “rockstar” que regó de anécdotas el rock nacional durante siete décadas pero que trascendió las historias y las leyendas gracias a un catálogo de bandas e himnos inmortales: Sui Generis, La Máquina de Hacer Pájaros y Seru Giran, sonidos emblemáticos de su época, sirvieron de antesala para una brillante etapa solista, y dejaron clásicas bandas de sonido de distintos momentos de la historia reciente, tal como ocurre con canciones como “Aprendizaje”, “Canción para mi muerte”, “Películas”, “Peperina”, “No llores por mí, Argentina”, “Los Dinosaurios”, “No bombardeen Buenos Aires”, “No me dejan salir”, “Demoliendo hoteles”, “No voy en tren” y “Filosofía barata y zapatos de goma”... entre tantos otros. Y todo comenzó hace casi 70 años, un 23 de octubre de 1951.

“APRENDIZAJE”

Charly nació en una familia de buen pasar económico en el barrio porteño de Caballito bajo el nombre de Carlos Alberto García Moreno, e inició sus estudios musicales a los cuatro años en el Conservatorio Thibaud Piazzini, donde recibió una rigurosa educación que le permitió aprender a tocar de manera prematura obras de Bach, Mozart y Chopin, entre otros clásicos.

Dotado de oído absoluto de nacimiento, García no tardó en convertirse en una suerte de animador de las reuniones que se llevaban a cabo en su casa, a las que solían asistir artistas como Mercedes Sosa y Eduardo Falú, a partir de los lazos que su madre tenía con el mundo del espectáculo. De hecho, es famosa la anécdota donde se descubren sus virtudes musicales, cuando con apenas cuatro años tuvo la osadía de interrumpir una interpretación de Falú, en el living de su casa, para advertirle que tenía una cuerda de su guitarra desafinada.

La vida de Charly cambiaría cuando descubrió la música de Los Beatles, la banda de la que dijo que “había inventado la juventud”, y decidió darle rienda suelta a su reprimido impulso de componer música. Años más tarde, recordaría que una profesora del Conservatorio había rechazado esa faceta al sostener que “en la música clásica ya estaba todo compuesto”.

LOS 70 “UN TIEMPO QUE FUI HERMOSO”

Charly encontró su primer socio en la escuela secundaria Damaso Centeno: allí iba Nito Mestre, con quien formaría Sui Generis, inspirado en la música folk proveniente de Estados Unidos, donde desplegó, hasta su separación en 1975, una obra que aún hoy refleja fundamentalmente el mundo adolescente, y que encabezó el movimiento llamado “acusticazo”, que presentaba una faceta folk al rock argentino, a partir de su debut discográfico de 1972 con “Vida” y su sucesor “Confesiones de invierno”, donde sonaban clásicos como “Canción para mi muerte”, “Rasguña las piedras”, “Aprendizaje”, “Mr. Jones”, “Quizás porque” y “Mariel y el Capitán”, entre tantos.

Para su tercer disco “Pequeñas anécdotas sobre las instituciones”, de 1974, la banda adoptó un sonido más cercano al rock sinfónico, con el uso de sintetizadores por parte de Charly García, lo que evidenció diferencias artísticas entre sus miembros. A pesar de que se había comenzado a trabajar en un nuevo álbum, que iba a llamarse “Ha sido”, la falta de conexión entre las inquietudes artísticas de García y Mestre llevó a que tomaran la decisión de separarse: a Charly, siempre inquieto, lo llamaban las sirenas del rock sinfónico.

La despedida fue acorde, claro: Charly, vestido de frac, encabezó un show en vivo para 25 mil personas, una cifra inédita hasta el momento para un grupo local de rock, filmado para cine en el Luna Park, el 5 de septiembre de 1975, se convirtió en un recital inmortal. “Adiós Sui Generis” marcó un hito en el devenir del rock argentino, tanto por su masividad impensada que reflejaba el crecimiento del movimiento local, como por erigirse como un símbolo del “final de la inocencia” ante la noche negra que se avecinaba en la historia de nuestro país.

Tras el final de Sui, Charly se sumaría al auge del rock sinfónico y progresivo desde La Máquina de Hacer Pájaros y, más tarde, en Serú Giran: allí brillaban David Lebón, Oscar Moro y un joven Pedro Aznar.

LOS 80 “CERCA DE LA REVOLUCIÓN”

Ese despliegue de García terminaría por concretarse en sus gloriosos 80, los años donde su genio llegaría a su cenit. Y que comenzaron de una manera acorde, con el concierto considerado como el mejor recital de la historia: el 13 de septiembre de 1980 Serú Girán y Spinetta Jade, las dos bandas más importantes del momento en el rock local, iniciaron una serie de shows conjuntos, por tres noches consecutivas, en el porteño estadio Obras Sanitarias. Charly y Spinetta juntos y solos haciendo temas de ambos; sets por separados de los dos grandes grupos y un final con todos los músicos en escena compartiendo composiciones de los dos astros del rock local.

Un año más tarde, con “Peperina”, el último disco de estudio de Serú Giran, García anticipó lo que vendría en su etapa solista, en donde con trabajos como “Yendo de la cama al living”, pero fundamentalmente con “Clics Modernos”, marcó el ingreso del rock argentino a la modernidad, con influencias de la new wave y el uso de máquinas. En una etapa coronada con la producción de algunas de las bandas más innovadoras del momento, como Los Twist y Los Abuelos de la Nada, Charly firmó en 1984 “Piano bar”.

Tres discos en tres años, cada uno mejor que el otro, componen la trilogía consagratoria del artista de Caballito: en esos tres álbumes aparecieron “Yendo de la cama al living”, “No bombardeen Buenos Aires”, “Yo no quiero volverme tan loco”, “Inconsciente colectivo”, “Nos siguen pegando abajo”, “Los dinosaurios”, “Cerca de la revolución”, “Promesas sobre el bidet”, “Cerca de la revolución”... En fin, García en estado de gracia.

Charly cerró los 80 con “Parte de la religión” y “Cómo conseguir chicas”, álbumes con exploraciones más pop y menos vanguardistas que lo arrimaban a las orillas de una nueva década ya como la principal estrella del firmamento del rock nacional.

LOS 90 “DEL HIMNO A MTV”

También los 90 comenzaron con un hito para García: en la medianoche de un 25 de mayo de hace 30 años atrás, el excéntrico Federico Peralta Ramos le dio accidentalmente a Charly García la idea perfecta para el cierre del disco en el que trabajaba, el ideal equilibrio entre la genialidad y la transgresión, con su insistente convite para que interprete el Himno Nacional Argentino en el piano de cola del salón, para un selecto auditorio congregado en el “Open Plaza”, de la zona porteña de Barrio Norte. El desafío terminaría convirtiéndose en el cierre de su futuro álbum: “Filosofía barata y zapatos de goma”, una de las tantas obras geniales creadas por el artista en aquellos años, con la que se despedía de la década del 80, la etapa más brillante en su carrera, y que comenzaba con “De mi”. Con climas que ligaban con Prince y con “The Dark Side of the Moon”, de Pink Floyd; pero que también lanzaba guiños paródicos a redoblantes y fanfarrias de versiones militares; el artista del bigote bicolor dotó a la canción patria de una moderna y atractiva sonoridad que la rejuveneció, sin perderle nunca el respeto.

Llegarían luego los años “Say no More”, en los que en la mayoría de los casos el concepto se impuso a las canciones. Pero entre el García enfocado al dominio absoluto de la canción y el abstraído por el lenguaje disruptivo de “Say no More”, el músico ofreció una delicada transición con “La hija de la lágrima” (1994) , el proyecto que le siguió a “Filosofía...” e hilvanó los dos momentos. Allí sonaron canciones como “Chipi-Chipi”, “Víctima”, “La sal no sala” y “Andan”.

Los 90 los cerró “El aguante”, aunque quizás el trabajo más emblemático de la década para García haya sido su “Hello! MTV Unplugged”, registro del recordado show que Charly García ofreció en 1995.

LOS 2000 “YO NO QUIERO VOLVERME TAN LOCO”

También el nuevo milenio lo inició García con un golpe: el 3 de marzo de 2000, se arrojó a una pileta desde el noveno piso en un hotel, en Mendoza, a modo de desenlace de un desacuerdo con la policía local. “Primero sentí un vacío y después el agua mojada”, dijo en tono jocoso García apenas emergió de la pileta.

También ese primer año del nuevo siglo daría otro golpe sorprendente: editó “Sinfonía para adolescentes”, placa que marcó el efímero pero resonante regreso del dúo Sui Generis un cuarto de siglo después de su recordada despedida en el Luna Park, que incluyó un concierto en la cancha de Boca Juniors, otro en el Parque Sarmiento, un álbum en vivo y una ambiciosa gira que quedó trunca a poco de iniciarse por desavenencias artísticas entre Charly García y Nito Mestre.

El reencuentro resultó sorpresivo debido al rumbo musical que había tomado la carrera de Charly en esos años -en las antípodas del estilo característico de Sui Generis-, quien atravesaba su etapa “Say No More”, marcada por el predominio del concepto artístico por sobre la construcción armónica y melódica propia de la canción tradicional.

Charly continuó luego con su carrera solista, aunque su vida comenzaba a estar marcada por los escándalos y los problemas de salud. En 2008 su salud se deterioró y comenzó una serie de rehabilitaciones y regreso a escena que se extendió hasta 2015, cuando el artista coqueteó con la muerte y pasó varias internaciones por deshidratación, hemorragia digestiva y hasta una fractura de cadera.

Sus amigos de la música lo rescataron, y en 2017 lanzó “Random”, primer disco en 7 años, al que siguió una serie de presentaciones sorpresa que agotaban entradas en cuestión de horas. Y Charly sigue, claro: en marzo, el productor José Palazzo utilizó su cuenta de Twitter para contar que Charly García se encuentra grabando un nuevo disco, “un disco alucinante”.

 

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