Golpe contra el gobierno de transición en Sudán

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JARTUM

El general sudanés Abdel Fattah al Burhan disolvió ayer las autoridades de transición del país, cuyos miembros civiles fueron mayoritariamente detenidos, y decretó el estado de emergencia, mientras que en las calles ya hubo más de tres muertos y decenas de heridos entre los manifestantes prodemocracia.

Desde la mañana, el primer ministro Abdala Hamdok, su esposa y al menos siete responsables civiles (ministros y miembros civiles del Consejo Soberano -la mayor autoridad de la transición-) fueron detenidos por los militares, según Amnistía Internacional.

La maniobra militar fue condenada por la comunidad internacional. La ONU pidió la “liberación inmediata” del primer ministro y EE UU suspendió sus ayudas y exigió la restauración de un gobierno civil.

Anoche, las redes sociales se llenaron de imágenes de manifestantes decididos a defender la transición democrática iniciada tras la destitución del dictador Omar al Bashir en 2019.

“El pueblo eligió un Estado civil” y “no un poder militar”, declararon durante el día algunos manifestantes en Jartum, la capital.

El ejército mató a tres manifestantes e hirió a al menos 80, según informó el Comité Central de Médicos de Sudán, un sindicato independiente.

La televisión estatal está en poder de los militares y, a media jornada, el general Abdel Fattah al Burhan hizo una declaración.

Aunque no deja de repetir que quiere “una transición civil y elecciones libres en 2023”, tras 30 años de dictadura de Omar al Bashir, el general cesó de sus funciones a todos los dirigentes.

Disolvió el gobierno, incluso el Consejo Soberano; destituyó a los prefectos y ministros, y puso al país en emergencia.

Michelle Bachelet, alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, dijo temer un “desastre” si “Sudan retrocede tras décadas de dictadura”. (AFP)

 

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