Claves de las elecciones legislativas

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Sonia Avalos

AFP

Aunque solo renovarán parcialmente al Congreso, las elecciones de medio término del domingo tendrán un impacto crucial en la presidencia de Alberto Fernández porque definirán la gobernabilidad para la segunda mitad de su mandato, opinaron analistas.

El gobierno sufrió un revés en las primarias obligatorias (PASO) de septiembre. Por eso el oficialismo ahora busca evitar que un resultado adverso le impida conseguir la mayoría en la Cámara de Diputados o ponga en riesgo la que tiene en el Senado cuando le restan dos años.

Las legislativas renovarán un tercio de las bancas del Senado y la mitad de Diputados. Fernández no arriesga su gobierno en esta elección, pero sí la posibilidad de gestionar con holgado apoyo parlamentario.

En la Cámara baja el oficialismo tiene 120 de los 257 escaños y en el Senado la mayoría absoluta con 41 sobre 72 legisladores. “Si se repitieran los resultados de las PASO, el oficialismo podría perder la mayoría que tiene en el Senado y no sólo no lograría mayoría en Diputados sino que perdería bancas”, dijo Rosendo Fraga, director del Centro de Estudios Nueva Mayoría.

El analista político Gabriel Puricelli consideró que “la composición del Congreso que surja de estas elecciones determinará las condiciones de gobernabilidad” hasta 2023, cuando termina el mandato de Fernández.

Pero también “son una puesta a prueba de la viabilidad de las dos principales coaliciones como vehículo para las próximas presidenciales”, dijo al referirse al Frente de Todos y a Juntos. Otro factor a tener en cuenta “será cuánto poder tendrá la oposición en el Congreso. Si alcanza poder de bloqueo, lo más probable es que lo utilice”, remarcó Puricelli.

El politólogo Carlos Fara consideró que una derrota “pondrá un freno al kirchnerismo en las dos Cámaras y eso puede obstaculizarle en el Senado cuestiones institucionales, como el nombramiento de jueces”.

¿Puede el gobierno recuperar el voto perdido? Las primarias abrieron una crisis en la coalición gobernante. Luego de reproches públicos de la vicepresidenta Cristina Kirchner, Fernández renovó parte de su gabinete. Pero aún si gana en la estratégica provincia de Buenos Aires, la más poblada con casi 40% del padrón nacional, no alcanzará para reparar el daño político, subrayaron analistas.“Es posible para el gobierno mejorar la elección pero no sustancialmente”, consideró Fraga. En opinión de este analista “el problema político central será, cualquiera sea el resultado, la división en el oficialismo entre el presidente y la vicepresidenta. Esta disputa va a continuar e incluso se puede agravar. Será un problema para la gobernabilidad”.

 

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