Perfil de “boy scout” y la frialdad del asesino: "Gritaba de una forma que rozaba lo demencial"
Edición Impresa | 23 de Noviembre de 2021 | 03:49

Según pudo saber este diario, Fallico se desempeñó como policía durante casi siete años hasta que en el año 2018 recibió una carpeta psiquiátrica luego de ser diagnosticado con trastorno de bipolaridad. Fuentes policiales precisaron que “estuvo internado en la clínica San Juan y que la abandonó”. Es por eso que la justicia, por estas horas, se encuentra abocada a determinar si se trata de una persona inimputable.
En la cuadra donde el pasado domingo tuvo lugar el asesinato de Marta Susana Gutiérrez, nadie duda en afirmar que Martín Alberto Fallico Gutiérrez (41) era un vecino “ejemplar, servicial y voluntarioso, que se daba maña para todo”. Eso, claro, puertas afuera ya que todos conocían los modos y las actitudes de “violencia extrema” que tenía cuando se encontraba en el interior de su casa.
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“Los bramidos eran comunes. Era normal escuchar que gritara de una forma que rozaba lo demencial. Al principio generaba susto pero después nos fuimos acostumbrando. ¿Qué causaba ese enojo visceral? Suponemos que todo, todo lo que él no pudiera manejar. Los políticos, en especial los dos referentes de la grieta, el fútbol, la religión. Nos imaginamos que se enojaba cuando miraba la tele y escuchaba algo que no le gustaba”, relató Antonia.
Pero, en base a los testimonios, este hombre no siempre había tenido este comportamiento. Quienes lo conocen desde que era un niño, lo recuerdan como un niño “tranquilo al que poco se lo veía en la calle”. Algunos de sus contemporáneos lo catalogaron como un “pibe sobreprotegido por la madre y al que no dejaban ni salir a jugar a la pelota”.
Según los frentistas, cuando fue creciendo empezó a tener una serie de actitudes muy nobles “que te llenaban de orgullo”. Por ejemplo, “limpiaba toda la cuadra cuando había basura desperdigada. Plantó árboles y hasta puso carteles para que los autos redujeran la velocidad. Pero algo no andaba bien en él. Cuando charlábamos me hablaba sobre que había alguien que nos maneja desde arriba y que en la Luna hay extraterrestres que venían cada tanto a la Tierra. ‘Yo no me como el verso que nos venden en la tele’, afirmaba. Después se metió a la policía. Tuvo algunas novias pero lo terminaban dejando”, sostuvo Antonia.
Nicolás, por su parte, indicó que Fallico “jamás tuvo un problema con los vecinos, es más hizo varias changas de pintura en el barrio”.
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