Gustavo Trinchin, un ejemplo de lucha: pasó 8 meses internado por covid y sus vecinos lo recibieron con todo

Gustavo Trinchín pasó ocho meses de su vida peleando tras contagiarse de coronavirus en abril pasado. Su vida cambió rotundamente en un par de meses. De atender a diario su lubricentro, llegó a estar en terapia intensiva y pelear por salir adelante.

Gustavo le brindó una exclusiva al diario El Día para relatar sus momentos más difíciles. Hace poco que pudo regresar a su casa, con su familia pero todavía la normalidad no llegó por completo. Su obra social le costea un tratamiento con internación domiciliaria y gracias a eso, todos los días es asistido con los médicos y medicamentos necesarios para terminar de recuperarse.

Desde el principio las complicaciones empañaron el panorama. Durante el mes de abril se inauguró una pìleta y él junto a su hijo y sus amigos asistieron con mucha felicidad. A los pocos días uno de ellos informó que se había contagiado y Gustavo se hisopó por precaución. El resultado positivo se dio enseguida. 

Su familia quedó signada por la pandemia. Dos de sus hijos se contagiaron durante este tiempo y su suegra perdió la vida. En medio de la tristeza por esta pérdida, su señora debía encontrar fuerzas de donde podía para sostener a sus hijos y a él, que pasó dos meses en terapia intensiva en el Hospital Italiano. 

No tuvo síntomas hasta que la fiebre comenzó a subir y ya no bajó. El 18 de abril se acercaron junto a su esposa al nosocomio privado y de inmediato lo internaron puesto que ya no podía respirar: “Me internaron y ya no me acuerdo más nada hasta que salí de ahí”. 

Tras salir de cuidados intensivos, lo trasladaron a una clínica de rehabilitación llamada Imar, en la ciudad de La Plata. Allí estuvo seis meses hasta que hace pocas horas recibió el alta para poder continuar el tratamiento de forma domiciliaria.

“Los kinesiólogos me ayudaban a parar. Ahora estoy con el caminador”

En esos días largos y angustiantes pasaba las horas en el gimnasio del lugar, trabajando con kinesiólogos constantemente y mirando televisión. “Yo no caminaba así que estaba en una cama hasta que pude soportar mi peso y levantarme”, cuenta Gustavo a diario El Día.

Gracias a su familia y la asistencia de PAMI pudo recibir las dosis de la vacuna contra el coronavirus dentro de la clínica de rehabilitación. Con mucha felicidad cuenta que el próximo 11 de diciembre recibirá la tercera dosis de refuerzo en Alejandro Korn.

En la charla, a Gustavo se lo notó por momentos emocionado y por momentos con muchas ganas de terminar su recuperación. Ante todo estaba muy emocionado y agradecido por el apoyo que recibió de su familia. “Esta mujer vale oro. Susana es una campeona con todas las letras”, es la frase que le sale desde el fondo del corazón al hablar de su compañera de vida que nunca lo dejó caer. 

Al comerciante más querido de Olmos, después de ocho meses de lucha, los vecinos lo recibieron con bombos y platillos. Pasacalles, reuniones en la vereda y bocinazos fueron suficientes para hacerle saber que otra vez estaba en casa. 

LA PLATA

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