Detrás de la mirada: la importancia del cuidado ocular
Edición Impresa | 12 de Diciembre de 2021 | 09:05

Mañana 13 de diciembre se conmemora en argentina el día del oftalmólogo, en homenaje a los médicos oftalmólogos y en celebración del Día de Santa Lucía, patrona de la salud visual.
Una buena visión nos permite tener un desarrollo más que placentero de la vida y quienes no tienen este sentido comprometido de ninguna manera no dimensionan la importancia de la salud de los ojos, que es fundamental y que a veces puede estar dañada sin presentar síntomas.
Según informa la Organización Mundial de la Salud (OMS), el glaucoma es la segunda causa de ceguera irreversible a nivel mundial, una enfermedad de los ojos que genera daños irreversibles en la vista, por esta razón, se lo suele llamar “el ladrón sigiloso de la visión”.
La mayoría de los pacientes con glaucoma no saben que lo padecen y no están tratados, un diagnóstico oportuno y un tratamiento adecuado, la gran mayoría de los pacientes con esta patología conserva su visión.
El glaucoma es la segunda causa de ceguera irreversible a nivel mundial
¿Qué es el glaucoma? “Se trata de una enfermedad del nervio óptico en la cual perdemos fibras nerviosas y que puede llegar a la ceguera. Su factor de riesgo más frecuente es el aumento de la presión intraocular. En el mundo, al día de hoy, es la causa de ceguera irreversible más frecuente. O sea, que la persona ciega por glaucoma no puede volver atrás. Su diagnóstico temprano y su tratamiento precoz son fundamentales para prevenir la ceguera. La diferencia es enorme”, explica el médico oftalmólogo Jorge Alejo Peyret (M.N. 67.724)
Este especialista explica que “dentro del ojo estamos constantemente produciendo un líquido, el humor acuoso, y también reabsorbiéndolo constantemente. El proceso de reabsorción comienza a fallar, y, al mantener la producción del líquido, este se acumula aumentando la presión intraocular. Esta presión intraocular elevada afecta al nervio óptico produciendo la muerte de sus fibras. Hasta ahora, no sabemos cómo recuperar las fibras nerviosas muertas. Por eso es fundamental el diagnóstico precoz y su tratamiento para disminuir la presión a cifras que no alteren al nervio óptico y no perdamos mas fibras. O sea, no perdamos visión”.
El problema con esta patología es que del 85 a 90 por ciento de los pacientes con glaucoma no presentan síntomas y su diagnostico se termina realizando en una consulta con el oftalmólogo por alguna otra causa. “Hay personas que consultan por perdida de visión, pero cuando esta pérdida es secundaria al glaucoma, llegamos muy tarde a su diagnóstico. Lo que nosotros podemos hacer es prevenir la perdida de visión, prevenir la muerte de las fibras del nervio óptico. Y lo mejor es con un diagnóstico precoz. Por eso es fundamental consultar al oculista ante el mínimo cambio o defecto de visión”.
NADIE ESTÁ EXENTO
El médico destaca que el glaucoma puede afectar a cualquiera en cualquier edad. “Existe el glaucoma congénito, por suerte poco frecuente, y que los pediatras derivan al oftalmólogo en presencia de los signos de alerta. Lo frecuente del glaucoma es en personas mayores de 45 a 50 años. Por suerte es la edad de la presbicia y necesitamos al oftalmólogo para la indicación de las lentes correctoras. En esa consulta se hará un examen completo y se podrá descartar la necesidad de mayores estudios. Si fuera necesario el médico estudiara al paciente para reconocer cuanto afectó la presión intraocular alta al nervio e indicar el tratamiento adecuado”, explica Peyret.
El tratamiento para eta patología se basa en disminuir la presión intraocular a niveles seguros para el nervio óptico. Según los expertos, esto se logra con gotas que se colocan 1 o 2 veces al día. “También podemos indicar tratamiento con láser o inclusive cirugía si el caso lo amerita”, detalla el oftalmólogo.
Claro que la prevención es clave, como en casi todas las enfermedades. “Es fundamental la consulta con el médico oftalmólogo. Aprovechemos la necesidad de corregir la presbicia y vayamos al oculista. Los familiares de pacientes con glaucoma, los miopes, los mayores de 45 años están mas predispuestos y son quienes deberían realizar consultas con cierta frecuencia para prevenirlo”, refuerza el especialista.
El diagnostico se comienza a realizar en la consulta básica oftalmológica, midiendo la presión intraocular, viendo al nervio óptico por medio del fondo de ojo. “Y si fuera necesario, debemos realizar estudios para conocer el estado del nervio óptico. Estudios estructurales y conocer cómo está ese nervio, fondo de ojo, foto del fondo de ojo, tomografía óptica del nervio (se realiza en el consultorio oftalmológico). Y el estudio funcional del nervio mediante el campo visual. Todos estudios no invasivos, indoloros y rápidos que nos aportan datos suficientes para tomar decisiones diagnosticas y terapéuticas”, finalizó el médico.
OTRAS PATOLOGÍAS
Según un artículo publicado hace ya cinco años en la revista Nature, en China las cifras de miopía entre adolescentes y adultos jóvenes llegan al 90 por ciento; en Seúl, el 96,5 por ciento de los de 19 años son miopes. El dramático aumento del alargamiento axial del ojo, que dificulta la visión de lejos, también afecta a la mitad de los jóvenes norteamericanos y europeos, una proporción similar a la que se registra entre británicos de 20 a 25 años.
“No se sabe cómo recuperar las fibras nerviosas muertas. Por eso es necesario el diagnóstico”
Si estos números hicieron saltar las alertas, aún más inquietud generan cuando esta distorsión refractiva se da en menores de 10 años, una edad en la que el ojo es hábil y crece más rápidamente, lo que puede llevarlo a tener una miopía de seis dioptrías o más en pocos años; algo que, más tarde, se asocia con cambios degenerativos en la retina (tales como cataratas y glaucoma).
Ahora, en un trabajo pendiente de publicación “Progresión de la miopía durante el confinamiento en la Argentina”, publicado por el Consejo Argentino de Oftalmología de septiembre y como prepint de la revista The Lancet en abril de este año, un grupo de oftalmopediatras de nuestro país muestra que la progresión de este trastorno en chicos se aceleró alrededor de un 40 por ciento solo durante 2020.
“Esto nos permite evidenciar lo que sospechábamos, que la progresión de la miopía está condicionada por factores ambientales, algo que se está estudiando mucho en los últimos años”. Estas condiciones se vieron potenciadas durante los encierros prolongados y obligatorios que las familias experimentaron el año pasado por la pandemia, no solo en la Argentina, sino también en otros países del mundo.
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