"Yo denuncio a mi mujer", el insólito aviso publicado en EL DIA hace 63 años

El 30 de diciembre de 1958, en la página 12 del diario EL DIA, se publicaba un insólito aviso publicitario. Hace 63 años, el mismo se titulaba "Denuncio a mi mujer", e invitaba a adentrarse en la lectura porque, al menos, llamaba la atención la propuesta.

"Después de catorce años de matrimonio, formulo hoy ante la opinión pública una formal denuncia contra mi propia mujer: hace catorce años que como mal", comenzaba diciendo el texto. Y continuaba: "Cada mes que pasa, debo aumentarle la cuota para carne, verdura, almacén y demás cosas. Estoy harto de sopas desabridas, de papas crudas, de huevos fritos y bifes de suela". 

En ese sentido agregaba que "mi mujer no sabe hacer otra cosa ni con los libros de recetas que le regaló mi mamá. Y todavía se permita andar de mal humor porque tiene que cocinar, hacer compras y lavar la cocina. Y lo más indignante es que no se preocupa por encontrar solución a este estado que nos lleva de cabeza al divorcio". Más adelante aseguraba que encontró "la solución" y, previo a dejar un número telefónico, describía cuál es: "Pedir el servicio de organización de 'Sibarita'", a la que calificaba de "una maravilla".

"Todos los días, inclusive, feriados, remite exclusivamente almuerzos familiares a domicilio, a la hora que uno desee", contaba el aviso publicitario de EL DIA, al tiempo que daba detalles de cómo funcionaba este "delivery" de los años '50: "Tiene doce vehículos propios que aseguran puntualidad absoluta. Envía tres platos inmejorables, servidos en fuentes térmicas 'Pyrex' dentro de estuches personales. El menú, que consta de 90 platos diferentes, se entrega impreso para todo el mes a cada abonado y los abonos por 30 días resultan asombrosamente económicos". 

Luego informaba sobre los valores en aquel momento del servicio y recomendaba: "Haga como yo, saque cuentas, coma bien y viva feliz". Sobre el final del texto indicaba como dirección del emprendimiento la de 66 entre 4 y 5.

De esta forma, la publicidad de la "denuncia a su mujer" se trataba, en definitiva, de lo que hoy conocemos como una promoción de "viandas a domicilio".