Alberto y una reunión a solas con Cristina

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Emiliano Russo

efrusso@eldia.com

Un día antes del pago al Fondo Monetario Internacional por 1.892 millones de dólares, Alberto Fernández recibió a Cristina Kirchner en la Residencia de Olivos donde conversaron sobre la marcha del acuerdo con el organismo de crédito multilateral, la radicalización de la oposición en el Congreso y los proyectos del oficialismo para 2022, entre otros temas.

El encuentro tuvo lugar durante el atardecer del último martes en el quincho de la quinta presidencial y se extendió por unas dos horas en las que ambos dialogaron sin intermediarios.

Pero recién trascendió ayer por la tarde y desde la jefatura del Senado expresaron su malestar hacia Presidencia ante la sospecha de haber habilitado la filtración. “No comentamos sobre reuniones privadas”, se excusaron desde el entorno de la Vicepresidenta.

Con el correr de la horas, y ya conocida la noticia, desde la oficina de la portavoz del jefe de Estado informaron que el “presidente Alberto Fernández se reunió con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner como lo hace habitualmente por temas generales vinculados a la gestión” y aprovecharon la ocasión para desmentir algunos trascendidos sobre dicha reunión. Es que tanto desde la comunicación gubernamental como del Instituto Patria siempre han intentado “blindar” el contenido de las entrevistas entre los máximos referentes del Frente de Todos.

La negociación con el FMI fue uno de los tópicos del encuentro reservado. Es sabido que tanto la ex mandataria como su hijo Máximo, titular del bloque del Frente de Todos en Diputados, tienen una visión un tanto “ambigua” sobre el acuerdo con el organismo de crédito al que acusan de haber financiado el intento de reelección de Mauricio Macri.

“Se reunieron las dos personas que conducen Argentina y es lógico que hayan hablado sobre esto y los planes para el año próximo”, deslizó una fuente cristinista del Senado consultada.

El encuentro se produjo un día después que Cristina compartiera una cena con unos 50 artistas y periodistas de reconocida militancia kirchnerista en un predio de Pilar y donde deslizó que en 2019 desistió de ser candidata presidencial para ocuparse del tratamiento de su hija Florencia, en Cuba. Y justo sucedió cuando desde el entorno del Presidente empujan la idea de su reelección, que él mismo viene reconociendo tímidamente como una posibilidad, “si el escenario” así lo permitiera.

Es el mismo grupo que busca que Alberto Fernández se libere de la influencia de la Vicepresidenta y pueda darle un rumbo propio a la gestión. “Tiene que definir una línea política, otra construcción distinta a la de La Cámpora, más amigable con el capital y el trabajo. De esto se sale con inversión. Por eso fue muy buena la foto de (Matías) Kulfas en MercadoLibere”, opinó uno de los dirigentes que intenta que el Presidente se “emancipe” de su poderosa Vice.

El kirchnerismo recela de Kulfas y de otros ministros a los que cuestionan por la falta de audacia para controlar a los formadores de precios. Pero también hay otras diferencias: ayer militantes de la Tupac realizaron una marcha hacia plaza de Mayo para reclamar por una “Navidad sin presos políticos”, en clara referencia a la jujeña Milagro Sala, con prisión domiciliaria.

En la misma sintonía, el ex ministro Julio De Vido, también beneficiado con detención domiciliaria, utilizó su cuenta de Twitter para disparar que “aunque los que debieran oír están sordos y pareciera que también ciegos. Reclamo una Navidad sin presas ni presos políticos. Basta de impunidad al Macrismo!”. Pareció una crítica elíptica al jefe de estado, al que le viene reclamando otra actitud para hacer frente a los casos que asimila al “lawfare”.

 

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