Los vínculos con la farándula y la participación en el deporte, debilidades del expresidente

De la pizza con los Rolling Stones a salir al balcón junto a Madonna, a jugar al basquet, al fútbol y correr carreras de autos

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Carismático, entrador y ajeno a cualquier límite protocolar, el expresidente Carlos Menem, fallecido ayer a los 90 años, se sentía cómodo rodeado de las estrellas del espectáculo y no lo ocultaba, como lo prueban sus promocionadas reuniones con los Rolling Stones, Madonna o Michael Jackson.

Su debilidad por los flashes y las tapas de revista y su devoción por los artistas populares era manifiesta, con la famosa visita de Mick Jagger y el resto del grupo de rock a la Quinta de Olivos durante la noche del 9 de febrero de 1995 como el mejor de los ejemplos.

Conocedor de las masas y de cómo ocupar las tapas de los diarios alejando los temas políticos y económicos que aquejaban al país, aprovechó la oportunidad para abrirle las puertas a Jagger, Keith Richards, Ron Wood y Charlie Watts -acompañados por el embajador británico en la Argentina, Peter Hall- para una reunión informal de una hora.

“Los ‘Stones’ arribaron a la residencia presidencial de Olivos a las 19,15 en tres camionetas blancas, y en los jardines fueron recibidos por el presidente, quien saludó efusivamente a los músicos ante medio centenar de fotógrafos”.

Las fotos de la época lo muestran a Menem exultante, con una sonrisa blanquísima y un bronceado encendido, mucho más acentuado en contraste con su traje de saco y pantalones amarillos y, como una síntesis de su estilo, los invitó con champagne, pizzas y empanadas.

Dos años antes, en 1993, Menem había dado otro zarpazo mediático y de ejercicio de su “cholulismo”: en la Casa Rosada recibió a Michael Jackson, quien había hecho escala para su “Dangerous Tour”.

Con Madonna la historia fue otra, pero también supo sacar rédito de la fama de la ícono del pop. En 1996 se reunió con ella y Jonathan Pryce, quienes estaban en Argentina para filmar “Evita”, la película de Alan Parker.

Si bien el presidente se había negado en varias oportunidades al encuentro y a darle facilidades para el rodaje, por considerar al filme como una herejía a la memoria de Eva Duarte, terminó claudicando ante Hollywood y el cartel de la estrella de la música. No solo le dio la Casa Rosada a la cantante, sino que, según la propia Madonna dijo en una entrevista, cuando le pidió filmar en el balcón, Menem le contestó: “Todo es posible”.

EN EL DEPORTE

La vinculación de Menem con el deporte fue siempre estrecha, cercana y, más allá de su acercamiento y admiración por las figuras más importantes de cada disciplina, perduran la memoria colectiva su participación en partidos con los seleccionados de fútbol o de básquet, entre otros.

“Carlitos deportista”, era definido en 1989 en el diario español El País, al destacar que se animaba a jugar al tenis, baloncesto, fútbol y tenis de mesa. y practicaba boxeo y aprendía a jugar al golf, mientras corría carreras de automóviles, pilotaba aviones y acompaña al campeón de motonáutica. Los domingos por la noche, vestido con su habitual conjunto de footing y en zapatillas, el presidente Carlos Menem se instala frente al televisor para ver Fútbol de Primera”, detalles que hacían aún más florida su imagen y crecer su popularidad.

 

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