Las mariposas “bandera argentina”, un espectáculo natural que se luce en la Región

El naturalista Julio Milat retrató la belleza de la especie que despliega su belleza desde fines de enero y hasta fines de abril

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Especie emblemática de la costa rioplatense, la mariposa “Bandera Argentina”, que se reproduce en el árbol nativo el coronillo, despliega por estos días un espectáculo natural que deslumbra en la Región por su particular belleza.

Julio Milat, naturalista de Berisso, retrató a estos magníficos ejemplares de la especie (de nombre científico Morpho epistrophus argentinus) en la zona costera de Punta Lara y Berisso y destacó que “debería declararse mariposa nacional”.

Esta especie, dijo Milat, se empieza a ver mucho a fines de enero, cuando nacen los ejemplares adultos; es una mariposa grande y tienen una distribución que parte desde la zona ribereña y llega hasta el centro de la Provincia.

Esta mariposa sufre de extinciones y una disminución general de sus poblaciones, ya sea por la tala de las plantas huésped, o porque los escasos remanentes forestales nativos están siendo invadidos por especies vegetales exóticas, que terminan desplazando a las nativas, lo que impide a esta mariposa encontrar plantas para que se alimenten sus larvas.

Años atrás el Municipio de Punta Indio la declaró especie emblema “con un sentido de proteger los bosques de coronillo, un árbol que está en los bosques de tala; en la zona de Punta Indio están los más grandes que se conservan, pero el problema es que esta madera se suele cortar como leña, porque es una madera muy dura. La declararon especie emblema la mariposa con el fin que se protejan estos bosques”.

“No existe febrero en el Plata sin la Mariposa Bandera Argentina”, destacó el naturalista berissense en sus redes sociales. “Caminar por los senderos de la costa del Plata, tiene su recompensa, el grácil vuelo de la mariposa Bandera Argentina”.

“Imposible que pase desapercibida en contraste con el verde, su vuelo es lento y delicado, pareciera que bate sus grandes alas solo para sostenerse, la ves venir, se acerca, te rodea unos instantes y sigue”, relató.

Sobre sus hábitos, contó que “suele posar para descansar en la sombra, sobre algún fruto caído y también sobre el tronco de algunos árboles para alimentarse de su savia”.

“Sus vuelos -describió- se multiplican en febrero y se extiende hasta fines de abril si el otoño es cálido. Los machos persiguen a las hembras para la reproducción y finalmente estas últimas depositarán sus huevos sobre las hojas del Coronillo ( Scutia buxifolia) el principal alimento para las orugas. También se alimentan del Ingá (Inga uraguensis) y de la Yerba de Bugre (Lonchocarpus nitidus)”.

Las orugas son muy bellas, durante el día se mantienen juntas en racimos y por la noche se separan para alimentarse de las hojas.

Tan bella especie -explicó- sirvió para defender los bosque de Coronillo en Punta Indio, declarándola especie emblemática del Partido con su fiesta anual en el mes de febrero.

Milat recordó “el proyecto Embanderados llevado a cabo por la Escuela Especial 501, la guardaparques Florencia Tuñon y la fotógrafa Laura Gravino, que hizo que esta mariposa tuviera su escarapela y su estampilla. Y también se la declaró especie de interés para la Ciudad de Buenos Aires”.

“Una mariposa para defender un bosque”, realzó Milat, al destacar el vuelo de la Bandera Argentina, para que a nadie pase desapercibido este show natural.

 

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