El señorial palacio Uriburu

Una verdadera joya de la arquitectura que se perdió para siempre al incendiarse en la pasada década del ‘60

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Las tierras altas y el aire puro de Villa Elisa, como de toda nuestra zona -así impresionaron aquellos campos abiertos a muchos porteños que venían de sufrir las trágicas pestilencias de la fiebre amarilla que diezmó a la ciudad de Buenos Aires- convocaron a muchos protagonistas de la llamada Generación del 80, que se decidieron por acompañar a Dardo Rocha en la gesta fundadora de 1882.

Estas tierras pertenecientes al entonces partido de Ensenada se convirtieron en la base del nuevo pueblo de Villa Elisa, que en aquellos años era un rincón con un paisaje predominantemente verde, donde personalidades de la aristocracia porteña construyeron quintas que convirtieron en sus refugios de verano.

Elisa se casó con don Luis Castells, un hacendado español

 

Tras un fallido intento de urbanización de la zona, en 1887 las tierras pasaron a manos de la Sociedad Anónima “Banco Mercantil de La Plata”, con sede en calle 49 esquina 2 de la capital provincial. Su primer Consejo Administrativo estaba compuesto por Francisco Uriburu, Francisco Lavalle, General Napoleón Uriburu, Carlos Dorado, Luis Castells, Juan B. Médici y José Pevó.

A fines de 1887, Francisco Uriburu había realizado ante el Departamento de Ingenieros de la Provincia una presentación formal solicitando la aprobación de la traza urbana del pueblo de Villa Elisa. Dicho Departamento elevó su informe con fallo favorable el 8 de marzo de 1888, y el 8 de mayo del mismo año, el Poder Ejecutivo, con las firmas del gobernador Máximo Paz y del ministro de Obras y Servicios Públicos Manuel B. Gonnet, resolvió aprobar oficialmente el trazado urbano del nuevo pueblo.

Francisco Uriburu fue un poderoso político conservador y senador nacional que, en 1888, tomando como base unas 800 hectáreas ubicadas en cercanías de la línea del Ferrocarril Roca, colocó la piedra fundamental a la vez que donó la primera institución del pueblo que nacía, una escuela gratuita y mixta.

Fue en honor de una de sus hijas, Elisa, que bautizó al pueblo en el que además construyó un palacio señorial. Ese palacio, una verdadera joya de la arquitectura que pasó a ser su residencia de descanso, se perdió para siempre al incendiarse en la pasada década del 60. Elisa se casaría después con don Luis Castells, un hacendado español, banquero y promotor de numerosos asentamientos inmobiliarios en la zona.

 

Villa Elisa
Francisco Uriburu fue un poderoso político conservador. En 1888, tomando como base unas 800 hectáreas ubicadas en cercanías del Ferrocarril Roca, colocó la piedra fundamental a la vez que donó la primera institución de la naciente Villa Elisa, una escuela gratuita y mixta.

 

 

 

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