El universo de Klimt, en modo digital

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El Centro de Artes Digitales Ideal de la ciudad española de Barcelona lleva a Gustav Klimt (1862-1918) y su universo artístico al siglo XXI en una exposición inmersiva que recorre el nacimiento del Modernismo y del feminismo.

La exposición “Klimt, la experiencia inmersiva” se adentra en la trayectoria del excepcional artista austríaco que, con su particular estética, creó algunas de las obras más reconocidas de la historia del arte.

La muestra se estrenó simultáneamente en Barcelona (noreste de España) y Bruselas, en la Galerie Horta, un espectacular espacio Art Nouveau que forma parte del conjunto arquitectónico de la Gare Centrale de la capital belga.

En la producción intervinieron múltiples artistas y estudios creativos en artes digitales locales e internacionales como Dirty Monitor, Broomx, ActiveMe, Jordi Massó o Sergio Albiac.

La experiencia inmersiva tiene como curadoras a dos mujeres, la española Imma Fondevila y la austríaca Theresia Nickl.

La muestra destaca el espíritu de modernización que encarna Klimt en su época, su deseo de renovar el arte, de romper con el pasado, que le llevó a abandonar una carrera muy prometedora dentro de la pintura académica para fundar, junto a otros artistas, la Secesión, un movimiento que reivindicaba la libertad creativa frente a un arte caduco y conservador, y que tiene su equivalente en la región española de Cataluña con el Modernismo.

El movimiento tuvo un alcance global: Tiffany en Estados Unidos, Art Nouveau en Francia y Bélgica, Jugendstil en Alemania, Liberty en Reino Unido o Floreale en Italia.

Coincidiendo con la revolución artística, otro gran movimiento de cambio se estaba gestando: el feminismo, en el que activistas de ámbitos muy diversos comenzaron a reivindicar un rol nuevo para la mujer en la sociedad.

“Klimt: la experiencia inmersiva” dedica un espacio expositivo al contexto general de las mujeres de la época que lucharon por participar activamente en la sociedad.

La muestra analiza también la representación de la mujer que hizo Klimt en sus cuadros e invita al visitante a descubrir la pareja que el pintor formaba con la diseñadora y empresaria Emilie Flöge, figura muy influyente, con quien estableció una relación sentimental y de inspiración mutua.

Los dos momentos inmersivos más intensos son el audiovisual de 360º que recorre algunas de las pinturas más conocidas de Klimt, y el audiovisual de realidad virtual de diez minutos en el que el visitante se sumerge en un paseo onírico por obras como “Dánae” (1907), “Judit I” (1901), “El árbol de la vida” (1909) o “Muerte y vida” (1916). (EFE)

 

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