Otra interna se asoma en el oficialismo, ahora por la ayuda social

“Es pan para hoy y hambre para mañana”, tiró Emilio Pérsico quizás uno de los dirigentes piqueteros con poder e influencia en el Gabinete nacional, Así expresó su disconformidad acerca de la utilización de los recursos destinados a la ayuda social el mismo día que el Gobierno que integra anunció la extensión de la Tarjeta Alimentar para que llegué a más gente de menores recursos.

Ayer fue el dirigente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), Juan Grabois, que fue más allá: no solo fustigó la nueva ayuda social, sino también le apuntó al desempeño del Ministerio de Economía, a cargo de Martín Guzmán, cuestionado por el kirchnerismo en los últimos días.

“Finalmente, el gabinete económico definió romper el chanchito que parecía reservado exclusivamente para Kristalina Georgieva (por la directora del FMI), mientras en la Argentina crece la pobreza y la desigualdad”, deslizó el dirigente cercano al papa Francisco en la columna que habitualmente redacta para El Diario AR, publicada ayer con el título La tarjeta Alimentar no es justicia social.

No deja de llamar la atención, por cierto, este rechazo quizás inesperado entre los principales referentes sociales aliados al Gobierno. ¿Perdida de posiciones frente a los movimientos piqueteros o una nueva interna oficial que asoma, ahora por la ayudad social?. Parece más lo segundo aunque desde la Rosada le bajan los decibeles.

El ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, reafirmó la vocación del Gobierno de “financiar” el acceso a los alimentos de los sectores más vulnerables del país, reivindicó, escapándole a la polémica, la decisión adoptada por el Gobierno el viernes pasado de ampliar el alcance de la Tarjeta Alimentar, que pasó “de 1.900.000 a 4 millones de beneficiarios” desde el inicio de la pandemia de coronavirus.

Ante las críticas y los reclamos de topa propia, el massista Arroyo ratificó la decisión de su cartera de “transformar este año los planes sociales en trabajo” y aseguró que “todas las medidas están en estudio y ninguna está descartada” para ayudar a quienes lo necesiten, en el marco de la segunda ola de contagios de coronavirus.

En ese sentido, no o descartó un regreso al Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), pedido por su par bonaerense Andrés Larroque.

“La Tarjeta Alimentar es una decisión un tanto improvisada que definió un conjunto funcionarios encerrados en una oficina”, disparó Grabois y si bien aseguró que la medida “está guiada por sentimientos nobles”, insistió en que es una “carga un enorme desconocimiento de la realidad”, además de una “adicción inocultable a los focus groups”. Y concluyó: “Vemos con tristeza cómo nuestro gobierno comete errores permanentes por una incomprensible ceguera”.

La Tarjeta Alimentar que alcanzaba a 1,9 millones de niños y niñas contemplará ahora a 3,7 millones de menores de 14 años.