El kilo de durazno fresco revela el alto porcentaje de impuestos que incluye el precio de la fruta
Edición Impresa | 7 de Junio de 2021 | 02:38

Un estudio elaborado por el sector de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) revela que los impuestos explican el 44.8 por ciento del precio que paga el consumidor por un kilo de durazno fresco, mientras que el productor primario solo es responsable del 12.8 por ciento.
Según destacan en CAME, nuestro país se encuentra entre los tres principales productores de durazno del Hemisferio Sur, con más de 100 mil toneladas anuales -para industria y fresco-, destinando más del 60 por ciento a la industria, más del 30 por ciento al consumo en fresco y más del 1 por ciento a la exportación en fresco. La provincia de Mendoza concentra el 83 por ciento de la producción de duraznos del país, con aproximadamente 6.000 hectáreas implantadas, seguida por Río Negro y Neuquén, con unas 750 hectáreas implantadas, según el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA). En cuanto al volumen comercializado entre los meses de noviembre a abril en el Mercado Central de Buenos Aires, se estiman aproximadamente unas 19.500 toneladas de durazno en fresco.
“Tras analizar los costos, impuestos y ganancias netas de cada eslabón, podemos concluir que de los 210.8 pesos en los que se vendió un kilo de durazno fresco en Capital Federal –precio promedio de marzo 2021-, el productor explica el 12.8 por ciento (27 pesos); el galpón de empaque y la cámara de frio el 15.8 por ciento (33.4 por ciento); el mayorista –puestero del Mercado Central de Buenos Aires– el 10.9 por ciento (23 pesos); y el minorista –verdulería e hipermercado de Capital Federal– el 15.7 por ciento (33.1 pesos). Por su parte, la presión tributaria del Estado, en sus tres niveles, asciende a 44.8 por ciento (94.3 pesos)”, indicaron en CAME.
Según CAME, Argentina está entre los principales productores de duraznos frescos
Una vez más, el peso del Estado queda expuesto: el 75.1 por ciento son impuestos de origen nacional, mientras que el 24.9 por ciento son provinciales o tasas municipales. Además, al analizar los tributos específicos de la cadena de valor desde la cosecha del durazno en la provincia de Mendoza hasta su venta en Capital Federal (aproximadamente 1150 kilómetros), el 38.4 por ciento corresponde al IVA, el 30.8 por ciento a Ganancias, el 12.8 por ciento a otros impuestos provinciales o tasas municipales, el 12.1 por ciento a Ingresos Brutos y el 5.9 por ciento a contribuciones patronales de la mano de obra.
“La pelusa que causa verdadero malestar son los impuestos y no solo en el durazno, sino en todos los agroalimentos. En detrimento de la rentabilidad, la carga fiscal en Argentina sigue en aumento y nos obliga a cancelar o, en el mejor de los casos, a postergar cualquier tipo de inversión”, afirmó Eduardo Rodríguez, presidente del sector de Economías Regionales de CAME.
Del precio que abonó el consumidor en góndola (210.8 pesos), además del 44.8 por ciento correspondiente a impuestos (94.3 pesos), el 29.7por ciento (62.5 por ciento) corresponde a costos y el 25.6 por ciento (53.9 pesos) a ganancias netas.
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