Héctor Pedro Córica

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A los 78 años falleció Héctor Pedro Córica, un martillero y corredor público que además tuvo una extensa y comprometida militancia en las filas de la Unión Cívica Radical. Su partida provocó sentidas muestras de pesar entre quienes tuvieron la oportunidad de conocerlo.

Hijo de Luisa Cosentino y Pedro Córica, había nacido en La Plata el 6 de enero de 1943 y creció junto a sus hermanas Luisa y Cecilia – ya fallecidas-.

Héctor fue un hombre muy trabajador. A los 10 años vendía caramelos en la cancha de Estudiantes y a los 12, comenzó a trabajar en el Ministerio de Salud de la Provincia, donde su gran destreza como dactilógrafo llamaba la atención.

Estudió el secundario hasta segundo año, pero mantuvo inquietudes de autodidacta que lo llevaron a leer todo tipo de autores, desde Karl Marx hasta Dante Alighieri.

En el plano laboral, también se desempeñó como plomero, fue vendedor de verduras en el Mercado de La Plata, vendedor de pulóveres marplatenses y, a la par, ejercía la profesión de Martillero y Corredor Público.

El primer título que obtuvo fue como Martillero de oficio antes de llegar a los 30 años. A los 70, sin inmobiliaria desde los años ´80, comenzó a caminar los pasillos de Tribunales y obtuvo la tecnicatura como Martillero y Corredor Público. Llevó adelante el primer remate virtual de la Provincia.

Apasionado por la política, fue militante de la UCR desde los 14 años y su orientación fue balinista. Asumió la presidencia de la juventud radical a los 18 años y hasta su muerte, continúo militando en el partido.

Fue secretario del bloque de Diputados de 1963 a 1966; pro secretario del bloque de 1983 a 1999.

Sus allegados remarcaron su compromiso con los ideales radicales y la anécdota de cuando cedió un sector de la casa en la que vivía junto a su familia para que se utilizara como comité, durante el regreso de la democracia, en 1983.

De perfil muy sociable, era difícil que saliera a la calle y no se cruzara con alguien con quien podía conversar por horas.

Héctor fue amante del buen beber y del buen comer, una de sus características fue la carcajada contagiosa con las que finalizaba sus anécdotas. También fue un apasionado por la lectura y simpatizante de Estudiantes.

Desde hace 47 años estaba casado con Beatriz Cereghini y la familia creció con los nacimientos de sus hijas, Yanina y Vanesa y de sus cuatro nietos, Malena, Bruno, Francesca y Sofía.

 

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