Despiertan a una pareja de jubilados y le roban más de 2 millones de pesos

Hace 20 años que una pareja de jubilados, él de 82 y ella de 83, vive en un sector de Ringuelet, en el que jamás habían sufrido un robo.

Con esa tranquilidad se fueron a dormir el viernes a la noche en su casa de 29 entre 530 y 531, sin sospechar ni remotamente que pocas horas después iban a sufrir la inseguridad en carne propia, a manos de una banda que les causó un fuerte disgusto.

Fue alrededor de la 1 de la mañana cuando tres ladrones aprovecharon que Hugo López y Nicolasa Ferraresi estaban durmiendo y se colaron en su propiedad con fines de robo.

¿LOS DELATARON?

Familiares de las víctimas dijeron a este diario, ayer a la tarde, que se encontraban muy apesadumbrados por el calvario que tuvieron que vivir entre esas paredes en las que, hasta entonces, se sentían seguros.

Daniel Garry (58), hijo de Ferraresi, le contó a EL DIA que “los delincuentes eran tres, que al parecer tienen entre 20 y 23 años, y se metieron luego de saltar una pared lateral de la casa, a la que le faltaban algunos de los pinches colocados”.

Una vez que estuvieron en el terreno de las víctimas, los intrusos rompieron una reja y el vidrio de una ventana de la partera trasera y, ya en el interior de la finca, se dirigieron resueltamente al dormitorio donde López y Ferraresi descansaban.

“Les dijeron que era un robo, pero no sacaron armas”, comentó Garry, en virtud de lo que le relataron sus padres.

Tanto él como otros integrantes de la familia sospechan que los ladrones actuaron impulsados por “una batida”.

Abona esa hipótesis el hecho de que, de entrada, le exigieron a López que revelara dónde escondía la plata: “Le dijeron era preferible que lo confesara, así no le revolvían tanto”, contó Garry.

Inclusive, “a él primero le taparon la cara con una bufanda y luego lo dejaron boca abajo, acostado en la cama. A mamá, en cambio, la sentaron en una silla y hasta aceptaron alcanzarle un vaso con agua”.

“Se llevaron 10.000 dólares y 500 mil pesos. Creemos que tenían el dato y vinieron a buscar esos ahorros”

Daniel Garry Hijo de Nicolasa Ferraresi

“Mamá tiene su dinero guardado en un Banco, pero él tenía el suyo en esta casa; es muy probable que alguien tuviera ese dato y (los ladrones) hayan venido a buscar esos ahorros”, conjeturó luego.

Sobre la cantidad de dinero que se llevó la banda, Garry reveló que eran 10.000 dólares y 500.000 pesos. Además de esa suma millonaria, la banda escapó con dos anillos de oro, un reloj de López, también de oro, y un celular. “Creemos que tenían el dato de que iban a encontrar bastante plata, vinieron a buscarla y la encontraron”, reflexionó el hijo de Ferraresi.

La conjetura de que “vendieron” a la pareja se robusteció también con un comentario de los peritos de la Policía Científica que trabajaron en la casa levantando rastros para identificar a los responsables.

“Nos dijeron que estos asaltantes vinieron preparados para hacer lo que hicieron”, aseguró Garry.

“La Policía secuestró un bolso que los delincuentes dejaron, al parecer olvidado, donde guardaban una máquina para cortar hierro”, apuntó el hombre.

“REVISARON TODO”

A diferencia de lo que sucede en la mayoría de los asaltos en viviendas, donde los delincuentes se enfocan en particular en las habitaciones al momento de la búsqueda de dinero y otros efectos de valor, en la casa de esta pareja de jubilados “revisaron todo”, reconocieron los familiares.

Según informaron, los intrusos abrieron placares y cajones en los dos cuartos, pero además revisaron el comedor, la cocina y el quincho del fondo, con la certeza de que nadie los complicaría en esos movimientos.

Al hijo de la dueña de casa también le resultó sugestivo un insistente reclamo de los delincuentes a sus víctimas: “Pedían que no los miren. Todo el asalto fue así”, reflejó.

También expuso que “mamá, además de estar muy desanimada por el asalto, tiene un fuerte dolor en la cintura”. Y explicó que se debe a que “cuando uno de los ladrones le quitó el celular, accidentalmente cayó al piso y se golpeó la cintura. Está ahora con calmantes. Y luego del asalto, los atendieron por un pico de presión”.