Entrenar con pesas, otra buena opción para cumplir el objetivo de poder adelgazar

Las personas que hacen ejercicios de fortalecimiento muscular con regularidad tienen entre un 20 y un 30 por ciento menos de probabilidades de volverse obesas

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Si bien siempre se las asoció con el fortalecimiento muscular y poco y nada con el adelgazamiento, las pesas parecerían ahora ser un elemento clave a la hora de bajar de peso, tanto que, según una reciente investigación, hacer una rutina de levantamiento unas cuantas veces a la semana podría ayudarnos a evitar directamente la obesidad.

Concretamente, un estudio norteamericano (de la Universidad de Iowa) sobre el ejercicio de resistencia y la grasa corporal revela que las personas que completan regularmente ejercicios de fortalecimiento muscular de cualquier tipo tienen entre un 20 y un 30 por ciento menos de probabilidades de volverse obesas con el tiempo que las personas que no lo hacen, ya sea que hagan ejercicio aeróbico o no.

Los hallazgos indican que el entrenamiento con pesas podría tener más consecuencias para el control del peso de lo que muchos de nosotros podríamos esperar, y un poco de levantamiento ahora puede mantenernos más livianos más adelante.

Con un incremento del 73,3% de personas con obesidad en un período de 13 años, es bueno remarcar, nuestro país continúa enfrentando este trastorno que representa uno de los factores de riesgo ante la posibilidad de contagio del coronavirus, mientras especialistas piden un programa transversal y multisectorial para frenar esta otra pandemia.

“Como la obesidad es una enfermedad inflamatoria, todas las células del sistema de defensa están atacando equivocadamente a la grasa en exceso que tiene una persona con obesidad como si fuera un virus, lo que provoca que no queden ‘soldados para pelear la guerra’ contra el SARS Cov-2, que es el virus que provoca la epidemia del Covid-19”, señala la médica especialista en nutrición Mónica Katz.

Datos de un estudio de la Sociedad Argentina de Nutrición revelaron que seis de cada diez argentinos subieron de peso durante el aislamiento social y aquellos que tenían sobrepeso antes de la pandemia de Covid-19 tuvieron un 42% más de chances de engordar que el resto de las personas.

Desde 1997 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la pandemia de obesidad y desde ese entonces, señaló Katz, la Argentina no hizo nada. “Es necesario urgentemente un programa de lucha contra la obesidad, y esto no es un etiquetado frontal, que está buenísimo, sino que implica un programa sostenido en el tiempo, transversal y multisectorial”, afirmó la especialista, y aclaró: “Esto quiere decir, tomar acciones en la comunidad, en el trabajo, oficinas públicas, escuelas, en medios de comunicación masiva, todos trabajando juntos con el objetivo de por lo menos estabilizar los valores actuales, tal como indica la OMS”.

EL ESTUDIO

Pocos de nosotros, remarca la investigación norteamericana, vamos a perder kilos de más a largo plazo una vez que los ganemos. La mayoría de las personas que pierden más del 5 por ciento de su peso corporal lo recuperan en cinco años .

Entonces, la forma más eficaz de tratar la obesidad es probablemente prevenirla. Y el ejercicio regular puede ayudar en ese sentido. Muchos estudios muestran que las personas que a menudo caminan, trotan, andan en bicicleta, nadan o hacen ejercicio aeróbico tienden a ganar menos peso con la edad que las personas sedentarias y tienen un menor riesgo de volverse obesas.

Pero se sabe mucho menos sobre si el entrenamiento con pesas también influye en el peso. Algunas investigaciones anteriores sugieren que el entrenamiento de resistencia ayuda a las personas a retener la masa muscular mientras las personas intentan perder peso.

“Como la obesidad es una enfermedad inflamatoria, todas las células del sistema de defensa están atacando la grasa en exceso como si fuera un virus”

Mónica Katz, médica especialista en nutrición

Ahora, en el nuevo estudio -que se publicó en PLOS Medicine- los investigadores de la Universidad Estatal de Iowa decidieron investigar la relación, si la hay, entre el peso y la cintura. Comenzaron recurriendo a la gran y útil base de datos compilada para el Estudio Longitudinal del Centro de Aeróbicos, una empresa famosa que había rastreado el estado médico, de salud y de forma física de decenas de miles de pacientes que visitaron la Clínica Cooper en Dallas entre 1987 y 2005. La hombres y mujeres habían pasado por pruebas exhaustivas durante visitas repetidas a la clínica a lo largo de los años.

Ahora, los investigadores de Iowa sacaron los registros de casi 12 mil de los participantes, la mayoría de mediana edad. Ninguno de ellos era obeso, según su IMC, cuando se unieron por primera vez al estudio del Aerobics Center. (El IMC, o índice de masa corporal, calcula indirectamente la grasa corporal en función de su altura y peso).

Seis de cada diez argentinos subieron de peso durante el aislamiento social obligatorio

Estos hombres y mujeres en particular habían completado la gama típica de medidas de salud y estado físico durante sus visitas a la clínica y también completaron un cuestionario de ejercicios que preguntaba, entre otras cuestiones, sobre el entrenamiento con pesas. ¿Alguna vez participaron en “ejercicios de fortalecimiento muscular”, preguntó y, de ser así, con qué frecuencia y durante cuántos minutos cada semana?

Luego, los investigadores comenzaron a verificar, comparando el peso de las personas y otras medidas de una visita a la clínica a la siguiente. Según el IMC, alrededor del 7 por ciento de los hombres y mujeres se habían vuelto obesos dentro de los seis años posteriores a su primera visita a la clínica.

Los resultados de la investigación sugieren que “se puede obtener muchos beneficios incluso con un poco de entrenamiento con pesas”, dice Angelique Brellenthin, profesora de kinesiología en el estado de Iowa, quien dirigió el estudio.

Claro que esta investigación no prueba que el entrenamiento de resistencia evite el aumento de peso, solo que están vinculados. Tampoco consideró la dieta, la genética o las actitudes de salud de las personas, cualquiera de las cuales podría afectar el riesgo de obesidad.

En concreto, el mensaje principal del estudio es que es probable que algo de entrenamiento con pesas ayude, con el tiempo, a controlar el peso. “Por lo tanto, mi consejo sería incluir algunos ejercicios de peso corporal antes o después de su caminata diaria habitual”, sugiere Brellenthin.

 

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