Un barrio movilizado, donde pidieron policías y atrajeron la oferta de alarmas

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El 21 de abril, un ataque de cuatro motochorros a plena luz del día, contra una repartidor, fue la gota que rebalsó el vaso de la preocupación y la paciencia.

Los vecinos salieron entonces a reclamar públicamente que se le ponga un freno a un cuadro en el que, según denunciaron, había robos “a toda hora”.

Entonces, señalaron la zona de 4 bis, entre 80 y 82 como una referencia. A gritos habían intervenido allí cuando vieron al repartidor amenazado.

La lista de hechos incluía también un escruche en un departamento.

Quizás, desde esas casas, hayan escuchado ayer los gritos que sintió un frentista cuando fue atacado el penitenciario en 4 y 80 bis.

“Por esos robos, que ocurrieron en febrero, marzo y abril, se generó la movilización de los vecinos y pedimos el refuerzo de patrullaje. Yo no vi más móviles. Sí aparecieron compañías de seguros que iban casa por casa ofreciendo alarmas”, le contó Juan, un vecino de la zona a este diario.

Por su parte, algunos frentistas comenzaron a organizarse con la finalidad de instalar alarmas vecinales, un dispositivo con bocinas callejeras que puede activarse desde cada casa ante la sospecha de peligro.

El vecino que participó de aquella movida de abril analizó que el patrullaje por el que pedían sigue sin verse en esas calles.

En este escenario reapareció la violencia. “Este robo ocurrió a una cuadra del lugar donde venimos denunciando una seguidilla de robos”, puntualizó.

En el barrio contaron que el episodio de ayer tiene como antecedentes cercanos una intervención de la Policía con dos jóvenes en moto, a quienes encontraron en infracción por falta de documentación.

Más atrás, “a fines de junio, en 4 bis y 80 bis un vecino detectó a cuatro pibes que querían entrar a una casa. Los vio y se escaparon cuando estaban por saltar el paredón. Esto fue a media cuadra de donde balearon al penitenciario”, apuntó Juan.

En este cuadro de preocupación que se transmite en el barrio, los vecinos optaron también por crear un grupo de mensajería por WhatsApp: “Estamos muy atentos y nos vamos comunicando las novedades que van sucediendo en la zona”, apuntó el frentista.

La situación, tiene un rasgo de novedad, según opinó: “Este era un barrio bastante tranquilo, pero este año se complicó. Vivo acá desde hace casi 15 años. Este fue el peor”, dijo.

 

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