La inflación de julio fue de 3% y acumula un 51,8% en un año
Edición Impresa | 13 de Agosto de 2021 | 01:28

La inflación de julio confirmó la tendencia a una muy tenue desaceleración que evidencia desde abril último, aunque los precios crecen aún a tasas muy elevadas, con expectativas de inflación anual superiores a las de 2020.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos informó que los precios al consumidor subieron en julio el 3 por ciento frente a junio último.
El dato del séptimo mes del año confirma la tendencia a la desaceleración que se registra desde abril, luego de que en marzo la inflación diera un salto del 4,8 por ciento, su mayor nivel en lo que va del año. De hecho, la tasa de julio fue la más baja desde septiembre de 2020, cuando los precios avanzaron el 2,8 por ciento.
En tanto, los precios al consumidor avanzaron en julio un 51,8 por ciento en términos interanuales y acumularon un alza del 29,1 por ciento en los primeros 7 meses del año, superando la pauta presupuestaria que el Gobierno había fijado para todo 2021.
“Tenemos problemas y la inflación es uno de ellos, en el que seguimos trabajando”, dijo en un acto el presidente Alberto Fernández, que achacó los “aumentos desmedidos”, especialmente en los alimentos, a la “voracidad de los formadores de precios”.
VARIACIONES
De acuerdo con el informe oficial, entre las subidas registradas en el séptimo mes del año se destacan las de restaurantes y hoteles (4,8 por ciento), salud (3,8 por ciento) y alimentos y bebidas (3,4 por ciento), siendo este último ítem el de mayor incidencia en el indicador y con impacto directo en la medición del coste de la cesta básica que demarca el nivel de pobreza.
“La inflación se viene reduciendo lentamente, más lento de lo que nos gustaría a nosotros”, dijo en rueda de prensa la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca.
La leve moderación en el ritmo de crecimiento de los precios que se viene observando y que se espera para los próximos meses obedece a varios factores.
Proyecciones privadas hablan de una inflación del 2,8 por ciento para agosto
Por un lado, excluyendo los fuertes aumentos en los servicios privados de salud autorizados para los próximos meses, no se esperan otras alzas en los precios regulados, como los de los combustibles y los servicios públicos.
Además los altos precios internacionales de los “commodities”, que presionaban al alza los valores de los alimentos en el mercado doméstico, parecen haber frenado su carrera alcista.
Asimismo, la cotización del dólar en la plaza local, cuyo comportamiento tiene impacto directo en los precios generales de la economía en Argentina, sigue bajo relativo control, pese a algunos sobresaltos puntuales y a que se puedan producir algunas correcciones en el tipo de cambio en el contexto de las elecciones legislativas de noviembre próximo.
INCENTIVO AL CONSUMO
Aparte de esta última posibilidad, hay otros factores que podrían poner un límite a la desaceleración inflacionaria, entre ellos los incentivos oficiales al consumo para estimular la reactivación económica y la reapertura de las negociaciones salariales.
Los últimos pronósticos privados que recaba mensualmente el Banco Central abonan una continuidad de la actual tendencia: la inflación sería del 2,8 por ciento en agosto y del 2,7 por ciento en septiembre.
MÁS INFLACIÓN QUE EN 2020
Aún cuando sean menores a las del primer semestre, las tasas de inflación previstas para los próximos meses son muy elevadas.
El objetivo del 29 por ciento anual fijado por el Gobierno en el Presupuesto 2021 ya se incumplió y los economistas privados que consulta el Banco Central proyectan en promedio un alza para este año del 48,2 por ciento, por encima del índice del 36,1 por ciento registrado en 2020.
“Las expectativas de mercado permanecen en un nivel alto de inflación frente a la incertidumbre del mercado. Estimamos que esta dinámica de precios se sostendrá hasta fin de año y, al menos, el primer trimestre del 2022”, señaló el economista Martín Calveira, de la IAE Business School de la Universidad Austral.
Según los cálculos de la consultora Ecolatina, que prevé para 2021 una inflación apenas por debajo del 50 por ciento, la tasa promedio mensual pasará del 4 por ciento en el primer semestre al 3 por ciento en el segundo.
“El gran problema es que esta baja no será duradera, sino que se volverá insostenible por su propio peso. Cuando las anclas son forzadas y se acumulan atrasos, la dinámica termina pasando factura más temprano que tarde. En consecuencia, no solo tendremos una inflación mayor al 40 por ciento en 2021: también será así en 2022”, advirtió Ecolatina.
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