El Museo de La Plata avanza en la restitución de una momia a Bolivia
Edición Impresa | 14 de Agosto de 2021 | 03:09

Una momia perteneciente a la cultura Tiwanaku, que integra las colecciones del Museo de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), donde estuvo en exhibición hasta el 2006, recibirá mañana un nombre acorde a su pueblo y comenzará así a transitar el camino de la restitución a su territorio ancestral en el actual Estado Plurinacional de Bolivia.
“Me han comunicado las amautas (mujeres consideradas sagradas) que han prendido los fuegos sagrados y elevado el kintu (ramillete) de hojitas de coca y se les ha manifestado el nombre de esta chulpa (momia) sagrada como Nayra Qori Ñawi. Nayra en Aymara significa Ojo grande y Qori Ñawi en Quechua Ojo dorado, lo que interpretan como un ´ojo que ilumina un camino de Sol hacia la restitución de las ancestras y los ancestros”, explicó Fernando Pepe, coordinador del Área de Identificación, Restitución de ancestras/os y Protección de Sitios Sagrados del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas.
Pepe destacó que “es algo muy positivo esta ceremonia ya que visibiliza que se trata de un sujeto, y no de un objeto, y como toda persona Nayra Qori Ñawi tiene el derecho humano universal de descansar en su territorio de pertenencia”.
El antropólogo, de larga trayectoria en la defensa de los derechos de los pueblos originarios, se refirió así a los restos momificados que desde principios del siglo XX integran las colecciones del Museo de La Plata, donde se exhibió hasta 2006, cuando el colectivo Guías (Grupo Universitario de Investigación en Antropología Social) liderado por Pepe logró su retiro.
“Luchamos contra la cosificación de los y las ancestras en los museos, por eso esta denominación de la chulpa sagrada es un paso muy importante”, explicó.
Además, señaló que “el próximo domingo frente al Museo de La Plata, en el lugar que han levantado ceremonia distintos pueblos en cada restitución transformándolo así en un sitio muy especial, se realizará una ceremonia pidiendo a la Pacha por la pronta restitución de Nayra Qori Ñawi a su territorio ancestral”.
El especialista recordó que una ceremonia similar se realizó en 2010 con los restos de quien en el museo figuraba como “Damiana”, porque el día de la captura y muerte de sus padres era San Damián y a quien finalmente el pueblo Aché, luego de restitución, impuso el nombre de “Kryygimay”.
Mama Kantuta Killa, del pueblo Quechua, quien participará de la ceremonia de mañana, expresó: “Para nosotros el pasado es el futuro, quienes han estado antes que nosotros, quienes han caminado antes que nosotros nos marcan el camino por eso es importante que nuestros ancestros vuelvan a sus lugares de origen sus lugares sagrados para que descansen allí”.
“Hoy los sentimos prisioneros, necesitamos que vuelvan para rendirles honores, para poder contactar a través de ellos con las entidades cósmicas y rescatar nuestra identidad indígena originaria”, precisó.
Expresó que “este domingo a las 11.30 nos vamos a encontrar en la gruta frente al Museo y vamos a pedir para que la Pachamama fortalezca nuestra lucha para el retorno de Nayra”.
Esta sería la tercera restitución de carácter internacional que realiza el Museo
Vale precisar que esta será la tercera restitución de carácter internacional que, por su intermedio, concretará el Museo de La Plata, ya que la primera fue, en 2010, la devolución a Paraguay de los restos de una niña de la etnia Aché capturada en 1896 tras la matanza de su familia.
La segunda restitución, como lo informó este diario en su oportunidad, correspondieron a los restos óseos de Maish Kensis y otros cuatro yaganes que integraban las colecciones del Museo de Ciencias Naturales La Plata y pertenecen a su comunidad en la República de Chile.
Yagan Maish Kensis, es bueno precisar, llegó prisionero al Museo de La Plata en 1886 junto a otros integrantes de su comunidad, con la que también había compartido cautiverio durante dos años en una misión en Ushuaia.
Tras morir, en 1894, a los 22 años prisionero de la ciencia, su cuerpo fue descarnado y su esqueleto, cerebro, piel y cuero cabelludo exhibidos en las vitrinas del museo platense, hasta el 2006, cuando el colectivo de antropólogos Guias lo identificó y denunció el hecho logrando que fuera retirado de exhibición el 22 de agosto de 2006.
Un cambio de paradigma
Como parte de una política de Estado iniciada hace 11 años, la identificación y devolución de restos humanos indígenas que estaban en poder de museos o la academia, tiene a partir de julio pasado un área especial dentro del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), en tiempos en que se prepara la restitución número 19 prevista para el 11 de octubre, último día de libertad de los pueblos originarios.
Los antropólogos locales consideran clave que se haga una restitución a los pueblos ancestrales
“La creación de esta área específica implica un mayor compromiso con las comunidades y mayores herramientas para satisfacer los reclamos de restitución que recibimos en el INAI”, dijo Fernando Pepe, antropólogo de larga trayectoria en la temática que desde 2015 coordina el Programa Nacional de Identificación y Restitución de Restos Humanos Indígenas del mismo organismo.
El también referente del precursor Grupo Universitario de Investigación en Antropología Social (Guias) explicó que “para cumplir con la ley 25.517” de restituciones sancionada en 2001 pero reglamentada recién en 2010, “necesitamos de mayor presupuesto y personal, y la creación del área supone todo esto. Pero además, incorpora una parte nueva, porque también va a desplegar su a accionar sobre sitios sagrados para protegerlos en el territorio”. Desde la creación del programa ya se concretaron 18 restituciones, la última de “ocho ancestros y ancestras a la comunidad de Punta Querandí” de Tigre que estaban en manos de la provincia de Buenos Aires tras haber sido extraídos en la década del ‘90 como parte de una excavación arqueológica.
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