Golpean a una enfermera y le quitan la plata que tenía para el regalo de su hija
Edición Impresa | 8 de Agosto de 2021 | 02:55

Hacía ya varios días que una enfermera de 26 años planificaba los preparativos para celebrar el cumpleaños número 10 de su hija, que fue ayer.
Por eso, el viernes a la tarde, antes de entrar en su trabajo en un geriátrico de Tolosa, pasó por un cajero automático para retirar una suma que pensaba usar para comprar el regalo y algunos otros gastos del festejo.
Sin embargo, cuando minutos después de las 22 del viernes Marina Gisel Rojas (26) se retiraba en su moto después de haber cumplido su jornada de trabajo en el geriátrico de 117 y 527, se le cruzaron en su camino dos asaltantes en otra moto.
El ladrón que iba en el asiento de acompañante bajó de un salto y, sin mostrar inicialmente arma alguna, le ordenó a la enfermera que le entregara su moto y la cartera.
“JUSTO ME ESTABA YENDO”
Más tranquila, pero todavía dolorida por algunos golpes que sufrió al ser atacada por uno de los motochorros, Marina recordó ayer en un mano a mano con este diario que fue abordada justo cuando se estaba retirando del trabajo en su moto.
En esos instantes, amparados por la pronunciada oscuridad de aquella esquina, se le aparecieron súbitamente dos jóvenes que se le acercaron en una moto.
“Fue a las 10 y 10 de la noche (del viernes). Cuando me di cuenta, ya los tenía conmigo. El que estaba en el asiento de acompañante se bajó rápido y me dijo apurado ‘dame la moto, dame la moto’ y entonces comencé a gritar”, recordó.
Sus alaridos, de miedo y desesperación, fueron escuchados por algunos vecinos, pero también por una compañera de trabajo en el geriátrico que no dudó en activar el botón antipánico de la alarma.
“LA SAQUÉ BARATA”
Pese a las amenazas del delincuente y a que era superada en número y fuerza por los desconocidos, Marina se dejó llevar por el impulso de resistir la entrega de su rodado.
“Yo misma me sorprendí después por mi reacción, pero en esos momentos no lo pensé ni lo razoné. Fue lo que me salió hacer, pese a que me podrían haber hecho algo grave. Pero el ladrón sólo me pegó una trompada en las costillas y después sufrí golpes en el abdomen, en una rodilla y en un tobillo, al caer al piso en el forcejeo con el mismo pibe. La verdad, la saqué barata”, reflexionó.
Es que luego supo que aquel asaltante tenía un cuchillo entre las ropas, ya que como ella no se dejaba quitar la cartera, él lo sacó para cortarle la tira.
En este punto Marina explicó por qué no le pudieron quitar también su moto: “Mientras forcejeábamos, mi moto se apagó y después no encendía. Entonces, se resignaron y escaparon sólo con la cartera”, apuntó.
Claro que esa pérdida significó un duro golpe para ella, ya que ahí tenía “los 10.000 pesos que había sacado de un cajero automático antes de entrar a trabajar y que iba a usar para comprarle un regalo a mi hija, la torta de cumpleaños y algunas cosas más”. También guardaba elementos de trabajo, como un tensiómetro y documentación personal.
Tras esos inciertos dos minutos que duró el episodio, su bronca se acrecentó y reveló el motivo: “A media cuadra había un patrullero estacionado, pero lo policías no intervinieron”. Los vecinos denunciaron que tras la fuga de los motochorros, a otra mujer también le robaron la cartera en 118 y 529.
Estos hechos sucedieron cuando en Tolosa todavía se comenta otro asalto callejero muy parecido y con una víctima que iba a trabajar: una maestra que el jueves pasado fue atacada a golpes por dos ladrones que bajaron de un auto y la revolcaron en el piso para quitarle su cartera, en 5 y 522.
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