Kicillof, con recorridas por el interior

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En el tramo final de la campaña para las PASO, el oficialismo bonaerense quita por unas horas los pies del Conurbano para pisar el acelerador en el interior, donde Juntos es más fuerte. Es en ese plan que ayer el gobernador, Axel Kicillof, se mostró junto a productores y empresarios pymes en Chacabuco, que gobierna el radical Víctor Aiola. Y hoy viajará hasta Azul y Olavarría, en la Séptima Sección electoral, para reunirse con empresarios y comerciantes. La intención es captar el voto de un electorado que suele ser esquivo para el Frente de Todos.

Según se anticipó, Kicillof llegará acompañado de la vicegobernadora Verónica Magario (que ayer estuvo en Bolívar). Las visitas a la Séptima esconden la intención de pescar el voto opositor: en Azul gobierna Hernán Bertellys, un peronista que saltó a Juntos por el Cambio en la gestión de María Eugenia Vidal; en Olavarría manda Ezequiel Galli, del PRO. Juntos, estos distritos reúnen más de 153 mil electores (de un total de 271 mil habilitados para votar en la Séptima Sección Electoral).

Además, la Séptima elige este año tres senadores provinciales y uno de los objetivos de Kicillof es acortar la diferencia de seis bancas que hoy tiene en la Cámara Alta bonaerense.

Para eso, el frente gobernante debe alcanzar un piso del 33 por ciento de los votos. Porque si solo una fuerza política llega a ese porcentaje se quedará con los tres lugares en juego.

Por eso, el oficialismo concentra esfuerzos en un terreno políticamente hostil y como parte de una estrategia que continuará en estos días por las secciones del interior que votan senadores: además de la Séptima, la Primera, la Cuarta y la Quinta.

 

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