En la Catedral: el mito del derrumbe y la polémica por los restos de Dardo Rocha

El Templo Mayor de la Ciudad, punto emblemático y uno de los más atractivos de la Región, cosechó desde sus orígenes mitos e historias. ¿Tiene en su cripta a un masón?, ¿corre riesgo de derrumbarse?, ¿un águila mora que se aquerenció en sus torres presagió la muerte de varios religiosos?, ¿por qué se encontraron impactos de balas en la cruz?, preguntas que analizó el historiador local, Nicolás Colombo.

Cuando a fines de los 90 se encaró la construcción de los dos torres que faltaban para terminar la monumental obra se decía que el peso de esas estructuras provocarían el hundimiento del templo. Además se especulaba con que por esa razón su diseñador, el ingeniero Pedro Benoit, no había avanzado con el proyecto.

“Se ha llegado a decir que Benoit, al darse cuenta que la obra nunca iba a poder quedar conclusa, se suicidó por la culpa”, dice Colombo, autor de la serie Misterios de la Ciudad de La Plata, pero se apura a desmentir: “Nada de eso es cierto porque Benoit murió en Mar del Plata de muerte natural y nada tuvo que ver la Catedral de La Plata”.

Colombo reconoce que el peso de las dos nuevas torres fue motivo de preocupación entre quienes encararon la obra, pero que gracias a la tecnología se pudieron despejar todas las dudas. “En 1997 se hicieron todas las pruebas posibles, los ingenieros estudiaron los cimientos y se comprobó que podían soportar perfectamente la carga de las dos torres”, señala Colombo y explica que, si bien se concluyó que el terreno podría ceder, esto iba a ser dentro de lo técnicamente tolerable, cosa que ocurrió.

El mito del sobrepeso de la Catedral llegó incluso más allá de las famosas torres inconclusas. “Se decía que nunca había sido revocada porque el peso del material usado iba a provocar un colapso”, señala Colombo.

La tecnología, las nuevas técnicas de construcción hicieron posible que las dos torres fuesen levantadas sin riesgo.

“Se usaron materiales livianos, como los ladrillos huecos, muy diferentes en peso a los que se utilizaron en la construcción original”, apunta.

Cuando hicieron las obras, usaron un sistema de micropilitaje para absorber y materiales más livianos como ladrillos huecos. No son como los de abajo que son macizos.

Entre las “cosas raras” que rodean al templo platense, el historiador menciona la aparición de un águila mora, algo que aborda el escritor Gualberto Reynal en su libro “Historia Oculta de la Ciudad de La Plata”.

Allá por 1990 un ejemplar se paró durante semanas en el rosetón central del exterior. “En ese tiempo murieron varios religiosos y se decía que el águila mora, que mataba palomas, era una representación del mal que venía a llevarse a otras palomas”.

Otro tema espinoso que surge de la charla con Colombo es la presencia de los restos de Dardo Rocha, en el subsuelo de la Catedral, hecho que se cuestiona por su supuesta condición de masón. La cripta fue construida en 1940 por orden del entonces comisionado Carlos Rocha, su hijo, que decidió que los restos de su padre y su madre que estaban en la Recoleta, vinieran a la ciudad.

“Ha habido siempre una controversia sobre el tema. Se ha dicho que parientes de Rocha han pedido que sus restos sean llevados otra vez a Recoleta porque es incompatible que un masón esté en una iglesia católica”, sostiene Colombo.

El historiador asegura que ese tema nunca ha sido debidamente aclarado y que incluso se ha llegado a afirmar que el subsuelo de la Catedral, donde está la cripta con los restos de Rocha y de su prima y esposa Paula Arana, “no es suelo consagrado, de manera que puedan ocupar ese lugar”.

La cruz que se retiró hace dos décadas, a raíz de su deterioro, también fue objeto de investigación. En su interior se encontraron anillos, relicarios y se descubrieron diez impactos de bala en la cara que daba hacia calle 14. Una de las teorías para dar respuesta se vincula a las actividades militares del Regimiento 7 que funcionaba en la actual Plaza Malvinas.