La Nouvelle Vague vuelve al ataque

Edición Impresa

A finales de la década de 1950 un grupo de cineastas hizo saltar los engranajes, en apariencia imperturbables, de la industria cinematográfica. Agnès Varda, Claude Chabrol, François Truffaut, Jean-Luc Godard, Jacques Rivette, Eric Rohmer, Alain Resnais, Louis Malle, Jacques Demy y Jean Eustache. Con la dedicación y minuciosidad que lo caracteriza, Gustavo Provitina vuelve la mirada a las vanguardias del séptimo arte. En Nouvelle Vague: Bajo el signo de Lúmiere, editado por La Marca Editora, ofrece un profundo ensayo sobre los grandes exponentes de un movimiento que cambió la forma de hacer cine para encontrar los rasgos esenciales de una ola ecléctica y libre que decidió quemar todos los manuales del rodaje modelo.

Con nostalgia por aquel impulso revolucionario y un ojo puesto en el cine del futuro, la misión de este ensayo no es construir un concepto categórico que defina a un movimiento tan heterogéneo, sino rescatar de sus películas el espíritu de experimentación, el cuestionamiento de lo establecido y el profundo compromiso que lo caracterizaba.

En un affair con la obra de Orson Welles, de Hitchcock, de Howard Hawkes, la Nouvelle Vague cartografió nuevos territorios por fuera de los mapas del gigantismo de los grandes estudios y la asfixia de los requisitos técnicos de un producto preparado para cumplir con las expectativas del mercado del entretenimiento. Con la cámara al hombro, dando lugar al vagabundeo de la mirada, con guiones apenas delineados y actores no profesionales, escapando a los lugares comunes en cada aspecto de su oficio, estos directores rompieron con las estructuras clásicas de la narrativa audiovisual para sacudir al público del adormecimiento del cine de consumo.

Provitina analiza los rasgos generales de este movimiento: el lugar de la escritura, el rol central del autor, la crítica social, la reflexión teórica y la experimentación formal; pero ante todo ofrece una mirada atenta a sus películas más destacadas: la obra precursora de Agnes Varda en La pointe courte, la infancia difícil y el amor por el cine de Welles de François Truffaut, la reflexión moral en la obra de Eric Rohmer, la misión de sacudir al espectador en Godard y Rivette: la búsqueda es amplia e invita a revisitar estos filmes con nuevos ojos.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE