El misterio de los túneles platenses que no paran de avivar enigmas y teorías
Edición Impresa | 7 de Septiembre de 2021 | 03:16

En la Ciudad el interés por los túneles es persistente. A poco más de una quincena del descubrimiento de un espacio subterráneo en plaza España se abrieron numerosos interrogantes. Historiadores locales marcan que se trató de una estación de bombeo del servicio de agua, y luego fue un espacio utilizado por los placeros de la Ciudad que incluía hasta un lugar para que el empleado municipal pudiera almorzar.
En forma accidental un operario tropezó en la mañana del 20 de agosto con una pedazo de cemento, cuando intentó quitarla para despejar el riesgo de quienes juegan en el tobogán, descubrieron una tapa, la abrieron y en ese momento se encontraron con una escalera subterránea.
De inmediato se comunicaron con el área de Patrimonio municipal, cuyos integrantes indagaron en el lugar y hallaron rastros que vinculaban ese espacio con una estación de bombeo del año 1930 y luego en la década del 1960 fue un lugar utilizado por el placero, que llegaba a compartir algunos almuerzos con su hijo, según contó Ezequiel Aldazábal, investigador histórico de la Ciudad.
El escritor Nicolás Colombo también se interesó por el descubrimiento en la plaza de 7 y 66 fue el escritor Nicolás Colombo, quien lleva varios años investigando el tema de los misteriosos túneles platenses. Tras indagar al respecto, Colombo comentó que “siempre queda algún hallazgo en una plaza o en alguna casa de La Plata y resurge el mito de los túneles. La Plata está lleno de pasadizos que pocos conocen. Entonces esto es un hallazgo”.
Y agregó que “por lo que he estado investigando, esto no es un túnel sino una cámara subterránea de bombeo para abastecer de agua potable a la red de los alrededores de Plaza España”.
El joven escritor platense explicó que la cabina “es una de las más antiguas de la Ciudad. Se hizo a mediados de la década de 1930 cuando asume el gobernador Fresco”.
Acerca de la función que cumplieron este tipo de construcción especificó que en un momento, precisamente en la década del ‘30, “se buscó duplicar la cantidad de pozos para abastecer las plazas”.
“Aprovechando el trazado regular de La Plata con plazas cada seis cuadras, él colocaba bombas en los espacios verdes para aumentar el caudal de agua. Y este es uno de los más antiguos como los de Parque Vucetich, Meridiano V y Parque Saavedra”, señaló.
Se trata de cabinas subterráneas que abundan en La Plata. “Las más visibles son los de Plaza Moreno, también hay en Plaza Italia. Incluso las hay con otros usos, como la que está en el Parque Alberti, en 25 y 38, que fue una cámara eléctrica para suministrar energía al trolebus”.
Colombo señaló que “otras cosas subterráneas que hay en las plazas son espacios en donde el placero guardaba sus herramientas. Eran pequeños galponcitos y en Plaza San Martín solía haber. Allí también había baños subterráneos”.
El investigador histórico Ezequiel Aldazabal también sumó su mirada sobre túneles y espacios subterráneos platenses -ver aparte-.
Para Aldazábal, “el mito y la leyenda son construcciones necesarias de una sociedad y constituyen también ese rasgo identitario que nos invita a conocernos, que nos une y nos reafirma como platenses. Son las voces unidas de varias generaciones entrelazadas en historias mutantes que llevan un poco de cada uno, son nuestro folklore. Y eso también es un valor patrimonial, que debemos dejar de pensar en términos de ilusión o desilusión y abrazar nuestras leyendas mientras seguimos aprendiendo sobre todos estos espacios subterráneos que, misteriosos o no, sea físicamente o en el imaginario colectivo, podemos afirmar que existen”.
También marcó que “puede ser un atractivo turístico de la Ciudad, que puede potenciar esa industria”.
Aldazábal , también autor del libro “Al Rescate del Patrimonio”, dijo que hay túneles que fueron usina de trolebuses que funcionaron en la Ciudad, como ocurrió en Plaza Martín y Parque Alberti, que funcionaron hasta 1966.
Sobre el espacio subterráneo de 7 y 66, el joven investigador de historias de la Ciudad, dijo que “hay otras plazas que tienen estas cámaras de bombeo: Azcuénaga, Güemes, plaza Italia y Moreno, y otras han quedado olvidadas”.
Según un texto publicado por Colombo, el escritor Gualberto Reynal planteó que en la ciudad existiría una red de túneles secretos que fueron construidos entre 1916 y 1919. El túnel del eje cívico se extendería a lo largo de avenida 51 y tendría un acceso en la Plaza Malvinas, donde antiguamente estaba el Regimiento 7. El mismo continuaría comunicando los siguientes edificios: Centro Cultural Plaza Malvinas, la Catedral, el Normal Nº1, Palacio D’ Amico (Arzobispado de La Plata), Colegio San José, Palacio Municipal, Legislatura, Casa de Gobierno y Ministerio de Seguridad. Estarían construidos a una profundidad de entre 5 y 7 metros, y su diámetro se calcula en 2 o 3 metros.
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