Con 90 años terminó la Secundaria

Olga Aguirre quería cumplir su sueño y lo pudo hacer cursando el último año de estudio por la plataforma Zoom

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Después de varias décadas de pensar que era una meta inalcanzable, Olga Aguirre - 90 - concurrió al mismo establecimiento de 7 entre 75 y 76 al que fueron sus hijas, pero en esta oportunidad para recibir ella el título de secundaria. “Ahora sí, el título era algo que tenía pendiente”, dijo mientras su familia y todos los que participaron del acto la aplaudían de pie y con lágrimas de emoción.

La entrega de diplomas correspondió al plan Fines 452 de Villa Elvira, un programa educativo de Finalización de Estudios Primarios y Secundarios que se lleva adelante desde 2008 en todas las jurisdicciones de Argentina.

Según se supo, Olga decidió terminar el secundario, después de que se recibieron sus nietos.

El acontecimiento, celebrado el miércoles pasado, convocó no solo a sus afectos más cercanos, sino que también vinieron familiares de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para participar del acto de graduación.

“Olga cumplió con los 3 años del programa de estudios, pero el año pasado tuvo que adaptarse a cursar por zoom a raíz de la pandemia y estuvo pendiente de los horarios para conectarse. Si no podía, hacía video llamadas con los profesores”, contó la consejera escolar Roxana Palmitesta, quien presenció el acto.

En un momento cargado de emoción, las hijas de Olga, con 57 y 59 años respectivamente, recordaron los días de su infancia en ese mismo edificio.

También se supo que Olga postergó una intervención que tenía programada para ese día para no faltar a la entrega del diploma y luego de que terminó, se internó.

“Tenían que hacerle una intervención, pero dijo que de ninguna manera se perdía la entrega del diploma”, afirmaron allegados a la egresada.

Los asistentes remarcaron que el momento en el que Olga recibió su título fue por demás emotivo y que la mayoría no pudo contener las lágrimas al escuchar: “muchas gracias, ahora sí me puedo ir”, frase que pronunció con la voz quebrada, pero seguramente con la gran satisfacción que se siente al cumplir algo anhelado por años.

Olga Aguirre estudió con ahínco durante tres años para terminar la secundaria

Olga sin proponérselo hizo que todos los alumnos se levantaran para aplaudirla y se convirtiera en la gran agasajada del día, “fue un momento mágico”, se escuchó.

Uno de los objetivos que la estimuló cada día para volver a los libros con la cabeza deseosa de incorporar nuevos saberes fue completar el nivel secundario, algo que había postergado por años, primero por que no pudo, luego porque debió trabajar y criar a sus hijos.

“Primero quiso terminar la primaria y al conseguir esa meta fue por mas, eso es el ejemplo de que no hay edad para estudiar”, agregó Palmitesta y destacó la importancia de que quienes lo deseen, completen su formación porque hay programas que contemplan la particularidad de cada alumno.

 

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