Agua fría, el secreto para una piel perfecta

Más allá de las rutinas de skincare, los productos especialmente diseñados para mejorar el aspecto y modificar imperfecciones, hay un truco simple y al alcance de la mano para todos y todas

En el mercado actual hay cientos de opciones y productos para aquellos que dan sus primeros pasos en las rutinas de skincare. Recursos, pasos, consejos y mucha más información circula en las redes sociales en pos de concientizar sobre la importancia de las rutinas de limpieza facial.

No es meramente una cuestión estética, puesto que también implica modificaciones en la salud. El acné, la piel grasa y demás opciones en el abanico puede desaparecer o reducirse si se utilizan los productos indicados según el tipo de piel y necesidad que se busque eliminar o reducir.

Sin embargo, hay un primer paso al alcance de la mano de todo el mundo y es tan simple como el agua bien fría. Aunque en las temporadas de frío cueste más, ésta será la que mayor aporte haga en el camino de lograr el objetivo. Combinado, como se dijo, con los productos correctos, los resultados se verán más rápido que con agua a temperaturas elevadas.

Uno de los principales beneficios de lavarse la cara con agua bien fría es que mejora la circulación. Es importante aclarar que será nada más que un complemento a la rutina establecida, que será más óptima con la ayuda de un profesional que guíe y recomiende los tratamientos indicados según el tipo de pie.

Gracias al agua fría, el rostro genera una vasoconstricción para protegerla de la pérdida de calor y cuando se dilatan, la sangre circula y se oxigena mejor a la vez que purifica la piel. Por tal motivo, la misma reflejará mayor firmeza y elasticidad.

Otra ventaja se encuentra en la producción de colágeno y elastina, proteínas que se van perdiendo con el correr de los días. Es la causante de la pérdida de elasticidad y firmeza que aparece con el correr del tiempo.

Si se siguen a las influencers del skincare en las redes sociales, se habrá escuchado la frase: “Si lloraste, agua fría”. Es que la misma produce un efecto antiinflamatorio. Evita la congestión y el enrojecimiento a la vez que reduce el tamaño de las ojeras y se eleva el efecto si se añaden productos para masajes faciales.

El resultado final es la regeneración de la piel y el efecto evidente a los ojos de terceros, que se verá más firme, tonificada y con mayor suavidad, a la vez que más hidratada. Por último, elimina las células muertas.