Lo abordaron cuando guardaba el auto y le hicieron vivir una noche de terror

Un grupo de al menos tres delincuentes armados ejecutó ayer por la madrugada un feroz golpe delictivo en una vivienda ubicada en 39 entre 133 bis y 134, San Carlos.

Los asaltantes accedieron a la morada cuando el dueño de casa se encontraba guardando su vehículo en el garage.

Tras someterlo con culatazos y amenazas con armas de fuego, ingresaron a la casa y sorprendieron al resto de los moradores que se encontraban descansando.

Según trascendió, no escatimaron en violencia y castigaron brutalmente a toda la familia.

Sofocado por el vendaval de agresiones que desplegó esta banda, la víctima sólo atinó a escuchar las exigencias de los hampones.

Como sucede en este tipo de situaciones, los sujetos le hicieron creer al dueño de casa que tenían “un dato seguro” de que en esa casa había una fuerte suma de dinero y, fundados en esa seguridad, comenzaron a exigir a la víctima que indicara dónde tenía sus ahorros mientras le propinaban cachetazos y golpes de puño en el rostro.

Convencidos de que el hombre “no quería colaborar”, el clan de delincuentes subió aún más el nivel de saña y comenzó a llevar adelante la misma clase de tormentos pero con el resto de los integrantes.

Tras varios minutos de violencia y amenazas, los malvivientes decidieron ponerle fin al interrogatorio y se abocaron a revolver la casa en busca de objetos de valor.

Tras convencerse de que no podrían agrandar mucho más el botín, tomaron los objetos que habían reunido hasta ese momento y abandonaron la escena.

Una vez que las víctimas sintieron que el ojo del huracán había pasado, se comunicaron al 911 y dieron cuenta de lo ocurrido.

Los uniformados tomaron nota de los datos vertidos por la familia y salieron tras el rastro de los ladrones pero no se pudo dar con su paradero.

Hasta el momento, las únicas certezas que se tienen es que eran por lo menos tres, que arribaron al lugar en un Gol Trend de color blanco y que se manejaban con un cierto grado de jerarquía.

La principal hipótesis que se maneja en torno al caso es que la banda pudo haber “marcado” a la víctima varias cuadras antes.

Se especula con la posibilidad de que haya coincidido con los hampones en un semáforo o en alguna estación de servicio.

Es por ello que, además de las filmaciones captadas en cuadras aledañas al domicilio, la policía también se encuentra analizando por estas horas los registros de las cámaras de seguridad instaladas en el recorrido que realizó el damnificado antes de llegar a su domicilio.