El dolor de Cris Morena al recordar a Romina Yan: “Estuve tres años muerta”

Hace 12 años que, repentinamente, Romina Yan falleció y dejó a todo un país impactado con su partida. Era de las actrices más queridas por todas las generaciones, recientemente había tenido su último éxito en la pantalla chica y tenía una familia que la amaba. 

Su partida dejó en duelo a toda la familia, en especial a sus padres, Cris Morena y Gustavo Yakelevich. Desde aquel 28 de septiembre de 2010, todo cambió y, con el tiempo, pudieron volver a encontrar la sonrisa que la partida de su hija les robó.

Este mediodía, Jey Mammon recibió a Cris Morena en La Peña de Morfi, donde la productora y escritora habló a corazón abierto de lo difícil que le fue el duelo por la muerte de su hija. A tal punto que consideró que durante “tres años estuve muerta”. 

“Cuando pasó lo de Romina, fue un antes y un después total”, aseguró. Lo único que podía hacer era “escribir como una bestia”. “Es lo único que me levanta cuando estoy cayendo”, agregó. Gracias a su paso por el conservatorio de piano pudo mantener vivas algunas armonías que la ayudaron a componer lo que hace tres años se convirtió en un homenaje emotivo al que llamó “Vive Ro”. 

Un dolor sin palabras

La pérdida de un hijo o hija es imposible de comparar con nada. No tiene respuestas a la pregunta de ¿cómo se hace para superarlo?. Lo único que pudo hacer es enfocar su creatividad proyectando en su hija. 

“No sé cómo hice, cómo sobreviví porque estuve tres años muerta, más allá de escribir y escribir, estuve muy mal”, le contó a Jey Mammon. Pero su hijo Tomás fue padre nuevamente y a ella se le abrió una puerta de luz.

Con el recién nacido alegrando a toda la casa y la familia, Cris Morena decidió hacer un viaje con su nuera a Berlín y Praga. Ahí, algo se modificó: “Tenía la sensación de que todo cambiaba y empezaba a entender el ‘para qué’ porque el ‘por qué’ no te dice nada y no tiene respuestas. En cambio, el ‘para qué’ tiene muchas respuestas y las vas conociendo a lo largo del tiempo”. 

Volvió de ese viaje renovada, con otra perspectiva de la vida y comenzó a enfocar su energía en la familia y en sus proyectos para homenajear a Romina, que finalmente se dio en 2019. La fuerza la sacó de “mis nietos, mis hijos y porque amo la vida”.