La decepción entró en escena más allá de la positiva campaña
Edición Impresa | 24 de Octubre de 2022 | 03:09

Por MARTIN MENDINUETA
En una presentación que no hizo más que subrayar su profundo declive en la parte final del campeonato, Gimnasia se impregnó de sensaciones muy cercanas a la decepción.
Frente a un rival alejado de motivaciones fuertes, no supo estar a la altura de la instancia que debía afrontar.
Si bien tuvo un tímido repunte que experimentó a partir del empate transitorio anotado por Tomás Muro (su aporte fue positivo y se hizo notar), el equipo de Gorosito deberá admitir que se cayó demasiado luego de la caída en Santiago del Estero y que ayer tampoco mostró los reflejos necesarios como para imponer condiciones en Córdoba.
un primer tiempo flojísimo que hizo enojar bastante a gorosito
Vacío de eficacia y de convicción, Gimnasia redondeó un primer capítulo tan pobre que Pipo decidió tomar medidas muy temprano.
Las salidas de Benjamín Domínguez y de Manuel Insaurralde fueron un claro mensaje del entrenador. Nada le gustaba lo que estaba haciendo su equipo.Talleres manejaba la pelota en el mediocampo con una comodidad llamativa y era el Lobo el que estaba permitiendo una situación muy peligrosa.
Al problema para llegar al gol, el Lobo sumó errores muy notorios a la hora de manejar la pelota
La postura general de Gimnasia no tuvo nada que ver con lo que necesitaba para alcanzar el objetivo internacional tan deseado. No hubo, en el primer tiempo un solo ataque bien elaborado y eso define con justeza la serie de carencias que dominaron sus movimientos.
sin figuras, la imagen general quedó por debajo de lo esperado
Después de lo observado, brota una pregunta genuina: ¿Gimnasia llegó muy lejos con un equipo modesto que superó cualquier proyección optimista, o se derrumbó de una forma alarmante aquel candidato de credenciales respetables que había conseguido entusiasmar a sus hinchas?
Ambas lecturas tienen un elevado porcentaje de elementos verídicos. Es tan cierto que Gorosito supo elevar la autoestima de un plantel sin figuras rutilantes (y que no recibió refuerzos), como que el DT no pudo sostener arriba a ese equipo que se había convertido en un rival incómodo para cualquiera.
La decisión de ofrecerle y concretar la renovación contractual con este cuerpo técnico no admite dudas ni cuestionamientos. Pipo le hizo muy bien a Gimnasia. Fortificó su imagen y hasta le inculcó la idea de soñar en grande.
De ahora en adelante, consolidarlo entre los mejores pasará a ser el gran objetivo. El déficit de quedarse sin energía en momentos cruciales queda anotado como el principal punto a resolver. Y lo hará incorporando mejores jugadores, pero también exigiendo mayor personalidad en el plano anímico, algo crucial en cualquier etapa definitoria.
El balance futbolístico arroja claramente un saldo positivo. La imagen final, salpicada de carencias, trajo aires de decepción.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE