Susana Cáceres tenía signos de abuso sexual
Edición Impresa | 20 de Noviembre de 2022 | 06:45

Susana Cáceres, la mujer encontrada asfixiada, apuñalada y golpeada en el cuerpo y en la cabeza junto al Río Reconquista en el partido bonaerense de Ituzaingó, tenía signos de haber sufrido un abuso sexual. Sus restos fueron inhumados ayer por la tarde en el cementerio municipal de Moreno.
El informe final de la autopsia reveló también que la data de muerte es de 3 a 7 días previo al hallazgo del cadáver, pero los investigadores creen que la mataron entre el jueves y viernes de la semana pasada.
El cuerpo de la víctima tenía lesiones propias de haber padecido un abuso sexual y que sufrió múltiples heridas punzo cortantes, hematomas en el cuerpo a causa de palazos, un golpe en la cabeza con un objeto contundente y tenía marcas en el cuello por asfixia.
La hipótesis de los investigadores es que la mujer fue llevada muerta hasta el lugar donde fue hallada desde otro sitio y tapada con una lona blanca y ramas que estaban quemadas, por lo que sospechan que la habían intentado prender fuego.
Tras la autopsia, el cuerpo de Cáceres fue entregado a la familia para cumplimentar los trámites para su inhumación, que se realizó en el cementerio municipal de Moreno, ubicado en Belisario Roldán y Güemes, de la localidad de La Reja.
“Queremos que mi prima descanse en paz y podamos darle la paz que merece. Estamos muy dolidos todos, pero tenemos que estar fuerte para comenzar otro camino que es el del reclamo de justicia y para que atrapen a los responsables de su crimen”, afirmó Adriana, la prima de la víctima.
En tanto, la fiscal Luisa Pontecorvo, jefa de la UFI Nº 3 del Departamento Judicial de Moreno, pidió nuevamente otras imágenes de cámaras de seguridad de la zona al hallazgo y espera los resultados de otras pericias.
“Se tiene que investigar de cero el caso, porque hasta el momento no hay sospechosos del asesinato”, sostuvo un vocero judicial.
A partir del martes próximo, la fiscalía comenzará a tomar nuevos testimonios a personas cercanas a la víctima para indagar más sobre su círculo cercano.
El caso
Susana Cáceres, madre de cuatro hijos y de 42 años, salió de su casa el martes 8, cerca de las 16, y dejó a la menor de sus hijas, una beba de un año y medio, al cuidado de su madre. “Ahí vengo má”, le dijo a la mujer antes de ir a pagar una deuda por unos electrodomésticos que había comprado la semana anterior.
El hallazgo ocurrió pasadas las 13 del viernes, en medio de pastizales, a la vera del río Reconquista y a metros del Camino del Buen Ayre, en jurisdicción de Ituzaingó en la zona oeste del conurbano. El cuerpo fue reconocido por sus familiares.
El reconocimiento se logró en base a un tatuaje con el símbolo de “Chevrolet” que llevaba Cáceres en uno de sus antebrazos y la vestimenta que tenía puesta antes de desaparecer.
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