Un bebé fallecido tras el ataque a una maternidad

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Un cohete ruso impactó ayer la sala de maternidad de un hospital en el este de Ucrania, matando a un recién nacido e hiriendo gravemente a un médico. La explosión nocturna redujo a escombros el hospital y dejó ladrillos y equipos médicos desparramados por la zona.

Fue el segundo ataque contra el pequeño pueblo de Vilniansk en una semana, y la alcaldesa Nataliya Usienko expresó su temor de que no será el último.

“El ataque comenzó y el primer cohete S300 cayó sobre la calle. Pero el segundo cayó sobre este lugar, el hospital general, y la sala de maternidad donde estaba la gente”, relató Usienko.

Hace una semana, 11 personas murieron cuando un cohete ruso cayó sobre un edificio de departamentos. Obreros municipales trabajaron más allá del anochecer para apuntalar muros tambaleantes, usando generadores para iluminación y para usar sus herramientas.

Cirilo, el bebé muerto en el ataque, y su madre iban a ser dados de alta ayer, dijo Usienko.

“Las trágicas imágenes que vimos de rescatistas trabajando en lo que era una sala de maternidad, demuestran que las mujeres y los niños siguen pagando el precio más alto por esta guerra”, expresó Bob Kitchen, del Comité Internacional de Rescate. “Ningún niño debe nacer ni morir bajo una lluvia de misiles”, añadió.

 

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