Es prioritario erradicar la violencia en el fútbol amateur de la Ciudad

A mediados de mayo pasado se reflejaban en esta columna las distintas situaciones de violencia que se presentaban en la Liga Amateur Platense de Fútbol, a partir de un lamentable incidente que sufrió un futbolista que fue pateado y herido gravemente en la cabeza por ocasionales adversarios, cuando se encontraba tirado en el piso.

Según se informó sobre ese caso entonces, a la víctima le aguardó un largo período de recuperación, ya que terminó con hundimiento y desviación del tabique nasal, la pérdida de una pieza dentaria y una fisura debajo de sus ojos entre otras secuelas que obligaron a su rápida internación primero en el hospital San Roque y también en el Instituto Médico Platense.

Ahora, los directivos de la Liga y representantes de varios clubes platenses anunciaron la puesta en marcha de una campaña destinada a prevenir y erradicar la violencia, así como también la discriminación, por lo que dieron participación al Inadi (Instituto contra la Discriminación, el Racismo y la Xenofobia).

De acuerdo a los distintos comunicados dados a conocer ahora por el Inadi, por la Asociación Deportiva Infantil Platense (A.D.I.P.) y también por distintos clubes, la campaña apunta centralmente a resolver cuestiones vinculadas a las perspectivas de género y como dice el comunicado del Inadi a erradicar la peste de la violencia que está en todos los estratos del fútbol.

Los hechos de violencia -dice- “se producen tanto en las categorías superiores, en el más alto nivel profesional, hasta en sus momentos iniciáticos”.

La delegada del Inadi también cuestionó el estigma “a los que se considera mufas, la categorización entre fuertes y débiles con el atributo de virilidad para los primeros, que los hace mejores en una sociedad que apela al machismo como muestra de esa misma fuerza y superioridad”.

Por lo pronto, dijeron, se decidió el inicio en los clubes de la realización de talleres de sensibilización para entrenadores y jugadores, también en otros deportes como el hockey y el básquet. En algunas entidades se decidió organizar charlas sobre bullying.

Desde luego que resulta sustantivo y prioritario que se sancione primeramente a los jugadores de distintos equipos que se agreden con extrema dureza y que protagonizan actos de una violencia que excede por completo el límite de un enfrentamiento deportivo. Las más rigurosas penas reglamentarias tendrían, sin duda, un efecto disuasivo, además de contribuir a la mejor formación de los deportistas.

Es también responsabilidad indelegable de los dirigentes de la Liga revisar lo que se refiere a la debida formación de los chicos, sobre quienes cada club debería inculcar principios de disciplina deportiva, de respeto a sus compañeros y adversarios, así como supervisar el cumplimiento en cada una de las instituciones de estas pautas y de los demás principios que hacen al deporte, entendido como una sana competencia y no como un campo de batalla en el que todo vale.

Resulta doloroso -y, desde luego, desalentador- formular advertencias acerca de una realidad que, pese a las andanadas declamativas, en lugar de mejorar, se agrava en forma dramática año tras año. Pero la sociedad no debe disimular su existencia y, en primer término, debe reclamarle a la dirigencia del fútbol amateur que actúe con responsabilidad y que se castigue en forma concreta a todo comportamiento desviado.