VIDEO. Plaza Yrigoyen: robo y vandalismo nocturno en dos locales

Es sabido que en las horas de la noche, principalmente a la madrugada, la Ciudad queda prácticamente vacía de gente en las calles.

A esta situación hay que adosarle otra que es permanentemente expuesta y reprochada por habitantes de diversas zonas: los escasos -o nulos en algunos casos- patrullajes policiales en prevención de delitos.

Todo este panorama, desde hace mucho tiempo, viene siendo usufructuado por delincuentes de diferentes edades, que sienten que puedan hacer de las suyas y quedar impunes.

Y en las primeras horas de ayer, una pinturería de 19 y 60 y un bar que funciona a tres cuadras, fueron los nuevos comercios damnificados por el accionar de un grupo de jóvenes ladrones.

Según lo informado en la tarde de ayer a EL DIA por Iván (26), empleado del local que se dedica a la venta de pinturas, “vinieron unos chicos de madrugada y con un cascote enorme destrozaron la puerta de vidrio de la entrada al negocio”.

Consultado sobre los movimientos de esos vándalos dentro del local, respondió: “Fueron hasta la caja registradora y robaron la poca plata que había en cambio”, cuyo monto aseguró desconocer.

Sobre el tiempo que estuvieron dentro, comentó: “No sabemos cuántos minutos se quedaron acá, pero creemos que se fueron enseguida, porque cuando hicieron estallar el vidrio de la puerta, enseguida se activó la alarma”.

El Preciso instante en que uno de los ladrones patea la puerta hasta romperla / EL DIA

ENTRARON A PATADAS

Por otra parte, a sólo tres cuadras de allí, hubo otro comercio que resultó blanco de otro vandálico escruche. Se trata del bar “Brouwen”, ubicado en la esquina de 16 y 60, aunque según lo que mostró la filmación de las cámaras de seguridad, los responsables del ataque se colaron en este local luego romper a patadas la puerta de vidrio de ingreso.

El video -que fue subido a las redes sociales- permitió además observar a tres jóvenes que, momentos después de acceder al interior del bar, salieron presurosamente con botellas de cerveza y otras bebidas alcohólicas.

Paralelamente, el registro fílmico estableció que el episodio fue consumado en “40 segundos”, luego que los autores del escruche llegaran allí “a las 2 de la mañana”.

Si bien no pudo ser confirmado oficialmente, se presume que del lugar también se apoderaron de dinero en efectivo que habría quedado en la caja registradora.

Al igual que en la pinturería de 19 y 60, el violento estallido del blíndex determinó que se disparara de inmediato el sistema de alarma con que cuenta este negocio.

El potente sonido de ese mecanismo de disuasión fue percibido por vecinos del barrio, con la lógica preocupación ante la presunción de que obedecería a alguna circunstancia fuera de control.

Fue entonces que alguien se comunicó enseguida con el 911, a fin de que algún móvil policial se acercara al lugar para cerciorarse sobre lo que estaba ocurriendo.

Minutos después, personal uniformado del Comando de Patrullas y de la comisaría quinta se presentaron en la escena.

Rápidamente, los oficiales comprobaron la veracidad de la denuncia vía radial.

La pinturería de 19 y 60 sin sus puertas de vidrio, porque fueron destrozadas / César Santoro

Más tarde, llegaron los propietarios del bar, quienes tras un breve recorrido por esas instalaciones, certificaron que los intrusos se habían dado a la fuga de su local con las pertenencias antes mencionadas.

Voceros policiales indicaron que poco después de constatar este episodio de inseguridad, se desplegó un operativo de rastrillaje por las inmediaciones de este comercio.

Sin embargo, bastaron un puñado de minutos para que quienes comandaban el operativo comprendieran que los responsables del hecho ya estaban bien lejos de donde atacaron.

¿FUERON LOS MISMOS?

Una de las cuestiones que los investigadores procuraban establecer es si, quienes actuaron en la pinturería y en el bar, fueron los mismos.

En principio, todo haría indicar que sí, dado que entre uno y otro escruche hubo poco tiempo de diferencia y, además, se produjeron en un radio de apenas 300 metros. Se espera identificarlos y detenerlos.