El Brasil más pobre aguarda el retorno de la "mirada social" de Lula

La población más pobre de Brasil aviva sus esperanzas con el retorno de la «mirada social» de Luiz Inácio Lula da Silva, un hijo del noreste, la región más necesitada del país y donde el presidente electo arrasó en las elecciones.

Sin saneamiento básico, ni alcantarillado y con energía eléctrica clandestina, 150 familias, unas 900 personas, conviven en Roque Santeiro en medio de la más absoluta miseria con restos de basura, roedores, serpientes, insectos y hasta yacarés que amenazan constantemente su salud. Una imagen que contrasta con los lujosos rascacielos residenciales que bordean las atractivas playas urbanas de Recife, ciudad llamada «Venecia brasileña» por los canales y ríos que la cortan. El noreste de Brasil es la región más pobre del país y donde más ha crecido la miseria recientemente, según estudios oficiales. El número de personas que viven en condiciones de pobreza en Brasil se disparó en 2021 y llegó a 62,5 millones de habitantes, con un aumento del 22,7 % en un año.

Ahora los pobres equivalen al 29,4 % de la población, el mayor nivel en los últimos diez años, según datos oficiales divulgados a comienzos de diciembre. Mayor aún fue el aumento de personas en extrema pobreza, que saltó un 48,2 %, llegando a un total de 17,9 millones de brasileños, el 8,4 % de la población, y con muchos de ellos dependiendo de los subsidios sociales del Gobierno para sobrevivir.

Las regiones más pobres, en especial el noreste, fueron precisamente donde Lula sacó una mayor ventaja frente a Bolsonaro en las elecciones del pasado octubre, que a nivel nacional se decidieron por un estrecho margen de 1,8 puntos. "El noreste dio un ejemplo al querer cambiar ese ‘desgobierno’ de cuatro años. Y nuestra esperanza estaba en el retorno de Lula, por él ser del noreste y traer un Gobierno que trata lo social con una mirada diferente", explica la líder comunitaria Andrea Vieira.

Vieira es presidenta de la Asociación Comunal del barrio de Coelhos, donde se ubica Roque Santeiro.

"Es muy importante esta victoria de Lula, para nosotros los habitantes del noreste y para nuestra comunidad, porque creemos que tendremos inversiones mucho mayores tanto en el área habitacional como en lo social". afirma esperanzada Vieira. No obstante, también se encuentran personas escépticas, por la experiencia de las promesas incumplidas en el pasado.

Josefa Brito vendedor ambulante de 58 años, cree que las "promesas" de los políticos quedan solo "en palabras", como la que recibió en 2015 de que iba a ser beneficiada con una vivienda de interés social. "Solo nos recuerdan cuando hay elecciones. No tenemos proyectos habitacionales en la Alcaldía. Es solo mentiras. Los auxilios del Gobierno ayudan mucho, pero realmente es nuestro dinero, de los impuestos, no es dinero del Gobierno, es de nosotros", resalta Brito.

Lula

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