Improvisación en un sistema que colapsa a la hora de hacer la VTV

Una vez más las jornadas de fin de año reproducen fielmente la realidad de miles de platenses, y bonaerenses, condicionada por la necesidad imperiosa de concretar el trámite en las plantas de Verificación Técnica Vehicular (VTV) de nuestra ciudad y distritos vecinos. Frente a un sistema que sigue improvisado e ineficaz, las quejas y la desorientación volvieron a estar al orden del día, ya que mucha de esa gente debe viajar desde inicios de enero a diversos destinos turísticos y, por lo pronto, sin contar con la certificación correspondiente. Ahora se abrió una posibilidad de que lo puedan hacer con el turno pedido. Pero no deja de ser una solución de fondo.

Se suele decir que muchos automovilistas dejan para último momento el trámite de revisión, de modo tal que en la actualidad no consiguen turnos para cumplir con la ley antes de emprender el viaje. Esto puede ser parcialmente cierto, ya que, por ejemplo, muchos de aquellos vehículos a quienes la VTV les vencía en noviembre o diciembre, se encontraron otra vez con el mismo problema. Pero las plantas están colapsadas por igual y desde hace rato para morosos y cumplidores.

La realidad indica que existe una fuerte demanda y no se consiguen turnos mediatos. Si hubiera que hablar de una suerte de novedad, ella es que ahora no se puede acudir a ninguna planta sin contar con un turno previo. Antes mucha gente iba sin lugar y hacía las colas correspondientes.

Es decir, antes había que soportar largas colas y, ahora, para evitar las colas, las plantas de VTV pide que los automovilistas consigan un turno por internet, que suele ser también un acertijo difícil de resolver para no pocas personas. En concreto, ahora casi no hay colas pero ayer por internet se ofrecía el primer turno casi para los últimos días de enero próximo. Las demoras que antes eran físicas, ahora pasaron a ser digitales.

El desborde es casi absoluto y se aproxima en estas jornadas a una suerte de caos. Muchos automovilistas, como se dijo, que contrataron sus vacaciones ya sea en hoteles o alquilando casas y departamentos, no contarán con la VTV necesaria para circular en la ruta. A veces los laberintos tienen explicaciones sencillas, pero siempre las salidas son notablemente dificultosas.

Conviene recordar una vez más que, cuando a mediados de la década del 90 se sancionó en la Legislatura bonaerense la creación de la VTV se estableció que la revisión quedaba a cargo en la Provincia de unas pocas firmas concesionarias. Legisladores opositores a esa ley y especialistas advirtieron que esas bocas de atención serían muy escasas para revisar anualmente el enorme parque automotor.

Se sugirió que lo acertado hubiera sido habilitar a numerosos talleres mecánicos, que tuvieran reconocida solvencia y antigüedad en el rubro, para que ellos se responsabilizaran de emitir certificados probatorios del buen estado mecánico de los automotores. Está claro que la sugerencia fue desoída.

De la manera en que está concebido y estructurado el trámite en la Provincia, se repetirán en forma indefinida estos congestionamientos, que en nuestra ciudad no sólo obedecen a fallas en los sistemas operativos, sino a la más que probada imposibilidad de la planta central para atender en tiempo y forma a la demanda, siempre creciente, del parque automotor de la Región.