La prohibición de fumar en las playas y un mayor culto a la vida saludable

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El culto a la vida sana y la no admisión de costumbres que pueden ser perniciosas para la salud se han incorporado como asuntos principales en los temarios de los cuerpos legislativos y deliberativos del país. Lo cierto es que después de conocerse la sanción de la ley de “alcohol cero” en la Provincia, ahora el Concejo Deliberante de Mar del Plata decidió la prohibición de fumar en los balnearios de esa ciudad, en una medida que entrará en vigencia dentro de un año, cuando se ponga en marcha la temporada 2024.

La medida -de la cual se informa en la presente edición- contó con el apoyo de 23 votos favorables, sobre 24 posibles en el Concejo marplatense y también dispone impedir fumar en lugares como establecimientos sanitarios, oficinas, shoppings, teatros, cines y áreas de entretenimientos con público infantil.

Ahora los concesionarios de las playas tanto públicas como privadas de la localidad balnearia deberán iniciar una campaña de informativa sobre las nuevas condiciones que tendrán que afrontar los fumadores a partir de la próxima temporada veraniega, que serán pasibles de multas si transgreden la norma.

Cabe recordar que hace tres años este diario reflejó un trabajo de la Universidad Abierta Interamericana (UAI) según el cual seis de cada diez argentinos aseguró haber incorporado actividades físicas a su rutina, hacer dietas o haber dejado de fumar, para mejorar su estado de salud.

Un especialista calificó esas tendencias como pilares fundamentales para la salud, confirmando que muchas de las personas que ya pasaron los 30 años de edad y los adultos mayores tienen hoy una mayor conciencia de su cuerpo, algo que no ocurría en generaciones anteriores.

Sin embargo, como contrapartida, los médicos advirtieron que el sedentarismo y la obesidad infantil –así como el consumo de drogas en distintos sectores y franjas etarias- no sólo crecen en el país sino que se cobran cada vez más víctimas. En esa línea, los especialistas advierten que en buena parte de las nuevas generaciones están cayendo en desuso prácticas tales como andar en bicicleta, correr o participar en pruebas atléticas.

Más allá entonces del valor sanitario que pueda alcanzar la prohibición de fumar en las playas, sigue resultando esencial que desde los ámbitos oficiales de salud –así como desde los colegios profesionales y de los especialistas médicos- se sigan promoviendo una mayor actividad física y los programas de prevención necesarios para una cabal toma de conciencia sobre lo que significa el culto a la vida sana por parte de la población.

 

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