Inseguridad crónica: en City Bell piden soluciones a largo plazo

Los vecinos afirman que “se perdió”la tranquilidad que caracterizaba a la zona”. Un referente barrial señaló además que se debe ampliar la cantidad de destacamentos para que la Policía pueda abarcar más territorio

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City Bell continúa encabezando la lista de los sectores más calientes de la Ciudad en lo que se refiere a la inseguridad. Este diario ha dado cuenta en varias ocasiones del cúmulo de medidas que adoptan quienes residen en este sector de la denominada Zona Norte. Desde cámaras y alarmas, pasando por grupos de Whatsapp y reuniones con las autoridades, hasta cambios en los hábitos como no permanecer en los patios después de las 18 o dar una vuelta a la manzana antes de estacionar el vehículo, son incontables los métodos que utilizan los vecinos para hacerle frente a la delincuencia.

Pese a eso, los fantasmas de atracos a mano armada en negocios (de calle Cantilo en su mayoría), de arrebatos en la vía pública, escruches, entraderas y ataques pirañas combinados con la modalidad motochorro siguen rondando entre los vecinos modelando un escenario de preocupación y temor constante con el que “es muy difícil convivir”.

Así lo entiende y siente una vecina de City Bell que dialogó con este diario sobre cómo el delito viene afectando la vida y las costumbres de quienes residen en su sector. La mujer, que pidió mantener su identidad a resguardo, señaló que, producto de este estado de alerta constante, se ha provocado una grave herida en el entramado social ya que cada uno “vive e intenta cuidar su metro cuadrado” sin tener demasiado contacto con sus vecinos.

“Lo que pasa hoy en día se contrapone totalmente con lo que se vivía antes, cuando se podía ver a niños jugando en las calles o a los vecinos tomando mate en la vereda. Ahora es cada vez más difícil hallar a personas compartiendo un momento ya que existe el miedo a ser asaltado. Se ha perdido el concepto que evocaba City Bell. No sólo en lo que se refiere a la seguridad. También en la proyección urbana con la eliminación del arbolado y el crecimiento desmedido de las construcciones”, señaló.

“Fíjese cómo han cambiado las prioridades por acá que ahora los vecinos se piden el teléfono para armar grupos en Whatsapp que tienen como eje central la inseguridad. Eso es lo que se comparte hoy en día, la sensación del miedo”, añadió.

Héctor Tassino, vecino de City Bell y referente de la lucha contra la inseguridad, expresó que el delito no sólo perjudica a City Bell sino que afecta por igual a toda la Zona Norte. En este sentido, explicó que las causas de esta problemática se pueden encontrar en “los continuos cambios de comisario, en lo permisiva que continúa siendo la Justicia con los delincuentes y en la relación que hay entre la extensión del territorio y los recursos con los que se cuentan para atenderlo”.

En este sentido evaluó que modificando a las cabezas de las comisarías “no se ha logrado ninguna mejora”. “El comisario asume y no termina de entrevistarse con los diferentes actores del sector cuando lo relevan. No tienen tiempo de trabajar y mucho menos de implementar un plan estratégico que le permita reducir los niveles de delincuencia”, expuso al tiempo que destacó que “se debe pensar en soluciones a largo plazo”.

Al mismo tiempo remarcó que la solución en este aspecto es aumentar la cantidad de destacamentos. “El espacio geográfico es muy grande y no se puede pretender abarcar todos los sectores. La zona norte está creciendo a una tasa muy alta. En pocos meses el censo nos dirá cuántos habitantes hay pero yo calculo que entre todas las comunas debe haber más de 220 mil”, explicó.

RUIDOS MOLESTOS

Otro de los puntos que preocupan en la zona de Cantilo son los padecimientos que afrontan cada fin de semana los habitantes de la zona de esta arteria principal por la fuerte actividad nocturna.

Como sucede en otros sectores de La Plata, explosiones de escapes, corridas, peleas y música muy alta se han vuelto tan comunes en la zona que muchos afirman que la esencia de City Bell, la tranquilidad, se les ha sido arrebatada.

“Son los males centrales que gobiernan los jueves, viernes, sábados y domingo a lo largo de la madrugada. Si bien la situación no llega a darse de manera tan caótica como en Diagonal 74, por ejemplo, si sufrimos trastornos que no nos permiten conciliar el sueño”, expresó un vecino.

“ME TIEMBLAN LAS VENTANAS”

Una mujer que vive en la calle 473 bis, expuso que “por donde vivo, circula una gran cantidad de autos y motos y el problema es que lo hacen “con música con alto volumen o haciendo `cortes` con los caños de escape”. Y expuso que “los que andan en auto con parlantes que irradian la música a todo volumen, me hacen temblar las ventanas de casa”.

 

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