Se quedan sin teléfono pero llegan las boletas
Edición Impresa | 20 de Febrero de 2022 | 04:51

La interminable secuencia de robos de cables de los tendidos de servicios públicos mantiene sin telefonía fija e Internet a vecinos de varios barrios de la periferia de la Ciudad. Es el caso de la zona de la calle 405 entre Camino Belgrano y 134, Villa Elisa. Aunque allí se suma otro dato para el malestar: “No tengo teléfono, porque además me lo dieron de baja, pero me volvieron a mandar una boleta de 3 mil pesos por el servicio”, le dijo María a este diario, una vecina que expresó el fastidio acumulado por los hechos delictivos y la respuesta que vienen recibiendo en la zona.
El último capítulo de la historia para la vecina que habló con este diario empezó a escribirse a fines de noviembre pasado: “El 26 robaron los cables y no los repusieron. En cambio, ofrecen otro servicio con una línea digital, que es como un celular y no permite sumarle el servicio de Internet ni la alarma”, señaló la mujer.
El caso generó reclamos desde la cuadra. “Hasta diciembre, el pedido de reposición de la línea fija estuvo abierto, pero un día tuve que llamar porque me vino la factura en enero. Ya, para ese mes, no me correspondía porque estaba sin teléfono”, dijo la vecina y pasó a relatar otro de los datos sorprendentes del caso: “Llamo y me dicen que la línea fue dada de baja. Nadie me avisó, ni siquiera me ofrecieron el cambio a la línea digital”.
La empresa, Movistar, según indicó, le indicaba el pago de 3 mil pesos por el servicio. “La bronca es que me mandaron la factura y no me prestaron el servicio ni me avisaron que me daban de baja”, indicó.
Ante la situación que parece irreversible, en el barrio comenzaron a mirar hacia adelante. Tuvieron que salir a buscar otra provisión de telefonía (recurren a los celulares), Internet y un nuevo sistema de conexión de monitoreo y alarma para las viviendas.
Al parecer, el pasado insiste: “Tuve que solucionar el tema de la alarma con otra vía y ahora me llega la factura de nuevo, para pagar el febrero”, dijo, con tono de fastidio la frentista. Según relató, todo pasa después de unos 40 años como usuaria del servicio de telefonía.
La bronca es completa en la zona, afectada por los robos de las líneas, aparentemente para la venta del metal en el mercado negro.
Según anotaron en el barrio, la secuencia de robos empezó en julio de 2021. Estuvieron sin servicio del 22 a 27 de ese mes. Luego, del l7 al 23 de agosto, del 30 de ese mes al 13 de septiembre y finalmente todo quedó mudo el 26 de noviembre.
“En esa calle no hay servidor de Internet. Son como seis cuadras y la gente trabaja desde la casa”, apunta la vecina y se preguntó. “¿Si a la empresa de la electricidad, por ejemplo, le roban los cables nos quedamos sin luz?.
La zona quedó en una situación complicada. En la paralela, 407, también se llevaron los cables. Allí, consiguieron a otra empresa que comercializa señal de Internet por cable.
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