Duro artículo sobre la actualidad económica
Edición Impresa | 6 de Febrero de 2022 | 06:54

The Economist, uno de los más influyentes medios en los círculos económicos y políticos internacionales, volvió a poner el foco sobre la situación argentina. Después de que en su edición anterior había alertado sobre la “loca existencia” del país, en su edición publicada el jueves pasado afirmó que la Argentina está “a la deriva, en medio de corrientes traicioneras” y afirma en un editorial de la sección Americas que los peronistas se están peleando acerca de un acuerdo con el FMI que, al cabo de dos años de negociaciones, todavía tiene muchas cosas pendientes.
La revista ilustra la situación con un barco en medio de la marejada y comienza su artículo describiendo el delta del Paraná, por el que transita el grueso de las exportaciones del país, como un laberinto de canales y corrientes cruzadas que se juntan y separan constantemente. Lo mismo sucede, explica, con el peronismo, “un amplio movimiento populista nacional que gobernó el país 25 de los últimos 38 años”, desde el retorno de la democracia, que se une cuando tiene el poder a la vista y se divide en la adversidad, como muestra la actual pelea en torno de la propuesta de acuerdo con el FMI. .
A continuación, el texto recapitula la historia inmediata: la asunción de Alberto Fernández como presidente, hace dos años, con la tarea de hacer el roll over de U$S44.500 millones que el Fondo le había otorgado al país durante la gestión de su predecesor “de centro derecha”, Mauricio Macri. La reticencia a acordar, dice The Economist, es en parte ideológica, ya que Cristina Fernández de Kirchner (CFK), a quien presenta como “vicepresidente y líder del ala izquierda y populista” del gobierno, “ha hecho carrera política atribuyendo los problemas autoinfligidos del país al liberalismo y al FMI”.
Pero la resistencia al acuerdo, agrega, tiene también raíces económicas, ya que a cambio de refinanciar la deuda el Fondo quiere que la Argentina deje de imprimir dinero, reduzca su déficit fiscal y deje su actual esquema cambiario “dual”, lo cual implica ajustarse el cinturón a corto plazo para mejorar a mediano plazo “en un país cuya economía todavía no se recuperó completamente de la pandemia y donde cuatro de cada diez personas viven en la pobreza”.
Según The Economist, los lineamientos del acuerdo que se dieron a conocer el 28 de enero, son menos demandantes de lo habitual en el Fondo. El presidente se jactó de que no reformará el sistema jubilatorio y aumentará la inversión pública. “Es un acuerdo sin medidas de austeridad”, cita el medio al ministro Martín Guzmán.
El plan tiene todavía que ser aprobado por el directorio del FMI, pero ya fue rápidamente rechazado por los kirchneristas, dice la influyente revista, citando la renuncia, el lunes pasado, de Máximo Kirchner, “el hijo de la vicepresidente”, como jefe del bloque peronista en la Cámara de Diputados, alegando no estar de acuerdo con la estrategia ni con los resultados de la negociación. Máximo, dice The Economist, está en lo cierto de que el acuerdo es más duro de lo que el gobierno sugiere.
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