El inicio de clases, con presencialidad plena y otros desafíos que deben superarse
Edición Impresa | 3 de Marzo de 2022 | 01:32

El comienzo ayer de las clases para los alumnos de la Provincia, con la idea de cumplir 190 días efectivos en las aulas y con plena presencialidad, constituye, sin dudas, un acontecimiento de enorme importancia, luego de los dos ciclos lectivos anteriores condicionados fuertemente por la pandemia y por las medidas sanitarias de restricción dispuestas.
Significa también un desafío no sólo para las autoridades educativas sino para la sociedad toda, consistente en impulsar y lograr el regreso a las escuelas de 62 mil estudiantes de secundario y 6 mil del primario que “todavía tienen una relación distante con el sistema educativo”, según la Dirección de Educación.
Para las entidades de padres organizados que pidieron por la presencialidad el año pasado son chicos y chicas fuera del sistema escolar, por los que reclaman la aplicación de un programa que los recupere. La mejor educación pública argentina, admirada y copiada por muchos otros países, puso el acento justamente en incorporar sin exclusiones a toda la población infantil y juvenil al sistema educativo.
En el informe publicado ayer en este diario, se reseñó, asimismo que en este nuevo ciclo escolar se eliminaron las “burbujas” sanitarias y se aplicará un protocolo que incluye el uso obligatorio del barbijo en las escuelas primarias y secundarias y optativo en los jardines de infantes; los que si tendrán que utilizarlos en todos los niveles de enseñanza son los directivos, docentes y no docentes.
Aseguraron en la cartera educativa que entregarán los tapabocas en los establecimientos educativos, aunque no se precisó si sólo será en las escuelas públicas o si también incluirá a los colegios privados.
Además, se mantendrá el distanciamiento social y deberá garantizarse la ventilación cruzada en los establecimientos educativos. También se impulsará y exigirá la higiene regular de manos y de las instalaciones.
En lo que se refiere a la infraestructura escolar, en nuestra ciudad hay un caso complejo que es el de la Secundaria 31 (ex Comercial San Martín), cuya matrícula de más de 1.000 alumnos fue mudada al Seminario Menor que el Arzobispado platense tiene en 149 entre 62 y 63 de Los Hornos. Docentes y un sector de los estudiantes rechazaron ese traslado a “más de 80 cuadras de la escuela”.
Las medidas complementarias impulsadas por las autoridades como las de reforzar una mayor cantidad de horas de clase a alumnos que se encuentran evidentemente necesitados, como nunca antes, de fortalecer sus conocimientos, deberían verse ahora, continuadas por un nuevo ciclo lectivo completo, con las puertas de las aulas abiertas a lo largo de todo el nuevo año, sin perjuicio de que se cumplan con las eventuales medidas sanitarias de prevención que puedan adoptarse.
El ciclo lectivo 2022, tal como lo dijo ayer el director general de Educación, “además de ser el año de la presencialidad plena y persistente, va a ser el año del conocimiento” , para asegurar luego que el objetivo es que “sea un año de enseñanza, de aprendizaje, donde incentivemos la escritura, la lectura con comprensión y con sentido, las matemáticas; un año donde podamos trabajar intensamente en las aulas y haya clases todos los días y los educadores hagan aquello que tanto saben hacer, que es transmitir conocimientos”.
Sería también un avance que todos los sectores se pongan de acuerdo en el básico principio de que la educación de un niño o un joven no debería verse interrumpida bajo ningún pretexto.
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