Interna: Alberto con la CGT y Máximo, con Moyano (h)

Celebración por separado al cumplirse 40 años del paro convocado contra la dictadura militar. La pelea impacta en la central obrera

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Carlos Barolo

La conmemoración del 40° aniversario del paro convocado por Saúl Ubaldini contra la última dictadura militar sirvió para escenificar una nueva grieta en el oficialismo, en este caso, en el vínculo de Pablo Moyano con el Ejecutivo. El dirigente camionero, uno de los triunviros cegetistas, se reunió con Máximo Kirchner, en un mano a mano de alto contenido político, y que confirma el apoyo del camionero al intento del kirchnerismo de diferenciarse de la política económica adoptada por el presidente Alberto Fernández.

Por la mañana, el hijo de Hugo Moyano encabezó la firma de un documento que conmemoró aquella marcha por el “Pan, Paz y el Trabajo” de 1982, en el que aprovechó para fustigar el acuerdo con el FMI y pidió prorrogar el impuesto a las grandes fortunas, un proyecto impulsado por el diputado Kirchner en 2020, que supuestamente se aplicaría por única vez ante la emergencia por el Covid. Asimismo, el jefe sindical se había ausentado el último lunes del cónclave llevado a cabo en el sindicato de Sanidad, en el que Héctor Daer, también co-titular cegetista, recibió a Alberto Fernández y parte de su gabinete para avanzar en medidas contra la inflación en conjunto con representantes de la UIA.

Lo cierto es que Moyano recibió a Máximo y según informó el propio gremio, ambos dirigentes “mantuvieron una charla política y gremial, y además conversaron sobre la situación que está atravesando el país y la actualidad laboral de los trabajadores, sobre el crecimiento del PJ Bonaerense”. Mientras que algunos intendentes peronistas han alertado que problemas como la inseguridad incidirán negativamente sobre la performance del Frente de a Todos en la Provincia.

Casi a la misma hora, Alberto Fernández participaba de la conmemoración de la protesta contra la Junta Militar en un acto realizado en el Instituto Juan Domingo Perón, en el que estuvo Moyano padre y dirigentes cegetistas como Carlos Acuña, Antonio Caló, y diputados peronistas como José Luis Gioja. Durante la ocasión, el Presidente recibió de manos del hijo de Ubaldini un cuadro con la mítica campera de cuero del fallecido líder sindical.

En el radicalismo provocó reacciones porque recordaron la cantidad de huelgas generales que organizó la CGT durante el gobierno de Alfonsín en la vuelta de la democracia. El expresidente ayer fue recordado por sus correligionarios y otros dirigentes políticos, al cumplirse un nuevo aniversario de su fallecimiento (ver aparte).

El reacomodamiento de Pablo Moyano en la interna del oficialismo, no obstante, da cuenta de la grieta entre la Casa Rosada y el Instituto Patria. Es que ese mismo día rubricó un documento que advierte que los gremios volverán a las calles ante “cualquier ajuste” que padezcan los trabajadores. Y, al mismo tiempo, condiciona la reciente reunificación de la central obrera. Es que el sector mayoritario de la CGT mantuvo dos encuentros con A. Fernández sin la presencia del dirigente camionero que ahora se mostró con Máximo, quien viene desafiando al Presidente con su rechazo al acuerdo con el Fondo. Y, al igual que su madre, Cristina Kirchner, acentuar sus discrepancias con Alberto Fernández.

Es que todos los integrantes del Instituto Patria creen que Alberto Fernández conduce al peronismo a una segura derrota electoral. Adoptando posiciones críticas sin que ello signifique abandonar importantes cargos desde los que se deciden los destinos de cuantiosos fondos.

 

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