Hace falta modernizar los accesos y el servicio de ómnibus en la Región

La existencia en la Municipalidad platense de tres estudios sobre la situación del transporte público, que buscan modificar el sistema fundamentalmente para descongestionar la circunvalación y utilizar otros circuitos alternativos, que permitan mejores conexiones con la periferia, constituye, por lo pronto, una alternativa de modernización que debiera verse acompañada de las imprescindibles reformas urbanísticas que necesita nuestra ciudad.

Según se informó ayer en este diario, en la Comuna se evaluó que las avenidas 520, 31, 32, el camino Centenario y el camino General Belgrano están sobrecargados de tránsito, por lo que se buscaría promover un nuevo acceso a la Ciudad por avenida 52 y crear una nueva circunvalación -esto sería, el inicio de un segundo anillo perimetral- compuesta por la 520, la ruta 36 y la avenida 90, indicaron en la Municipalidad.

Se detalló asimismo que para el nuevo diagrama del transporte público se realizará una convocatoria a los vecinos.

Se debiera descontar que también serían convocados los especialistas en estos temas de naturaleza urbanística, que no faltan en la Ciudad.

Hace muchos años que los expertos en el tema hablan de la necesidad de replicar el antiguo “Camino de Cintura”, es decir el primer e histórico perímetro caminero que demarcaba al casco urbano -integrado por las avenidas 1, 32, 31 y 72- con al menos dos anillos alejados, enhebrados con avenidas transversales.

Más allá de los costos que estas obras significarían, los especialistas no dudan acerca de la necesidad de ejecutarlas. Entre otros motivos para facilitar mejores itinerarios al servicio de transporte público, que hasta hoy dispone de recorridos muchas veces tortuosos, que se traducen en largas demoras para los usuarios.

Las conexiones pendientes con la ruta 6 por la calle 90, una mayor cantidad de accesos a la Ciudad desde la zona Norte -en la práctica sólo hay cuatro habilitados, los caminos Belgrano y las avenidas 19 y 25- y la apertura de nuevos accesos para la zona Oeste, forman parte de las propuestas que vienen formulando urbanistas platenses y que resultarían vitales para mejorar también el transporte de mercaderías desde las zonas productivas de la periferia.

Se habla de proyectos fundamentados que la Ciudad debiera impulsar cuanto antes.

Tales iniciativas, por cierto, no debieran impedir que se sigan desarrollando todas aquellas tareas, acaso más modestas pero imprescindibles, destinadas a eliminar deficiencias viales que sólo encuentran explicación en la falta de inversiones y en el escaso interés que le prestan los organismos responsables al estado de los caminos y calles de la Región.