Mercado Libre cerró una paritaria con mejoras

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En tiempos de grieta y discusión virulenta hay espacio para el acuerdo, como el que sellaron la Unión de Trabajadores de Carga y Descarga (UTCyDRA), que conduce el platense Daniel Vila, y Mercado Libre, en el marco de la modificación del convenio colectivo. El personal trabajaba en turnos rotativos de lunes a sábados; es decir, seis días por uno de franco. A partir de ahora será de lunes a viernes; o sea, cinco días laborables con dos francos, sin que esto afecte los salarios, que hoy arrancan en los $156.000 netos; unos $130.000 de bolsillo (más adicionales).

El acuerdo beneficia a los 1.800 trabajadores y trabajadoras que cumplen tareas en el depósito inteligente que la plataforma de comercio electrónico tiene en el Mercado Central. Además, abre la posibilidad de cubrir unos 300 empleos de media jornada, con salarios de unos $ 85.000.

Vila, secretario General del sindicato de Carga y Descarga, destacó la mesa de negociación con los representantes de Mercado Libre que encabeza Marcos Galperín. “El diálogo que mantenemos es esencial para llegar a estos acuerdos en los que hay beneficios para las dos partes” afirmó y explicó que “eso nos llevó a conseguir bonos de reconocimiento a la tarea del personal para fin de año o durante la pandemia”.

En cuanto a los adicionales, figuran el 15% por presentismo y seguridad (que consiste en respetar el protocolo de la empresa) y, a medida que se avanza en las categorías (que van del 1 al 4) se va agregando un 2,5% por cada una de ellas. Vale señalar que en la planta funciona un tenedor libre, donde los afiliados al gremio solo abonan un 5% aproximadamente.

Vila subrayó que “escuchamos hablar de flexibilización laboral en Mercado Libre sin entender que cada una de estas decisiones se discuten con los 12 delegados que tenemos -por cada uno de los 4 turnos en 24 horas, porque allí se trabaja el día completo- que además lo ponen en consideración y votación de todos los trabajadores y trabajadoras en las asambleas”.

Sobre la relación con los empresarios, el dirigente gremial relató que “al principio no tenían dimensión de la tarea que desarrollamos, que no es ni más ni menos que defender el bolsillo de los trabajadores y trabajadoras y que se generen puestos de trabajo” y añadió: “Tardó un tiempo para que nos conocieran como organización y sobre todo por la forma en la que consideramos necesaria la capacitación y la actividad gremial al servicio de nuestros afiliados”.

Cabe recordar el conflicto que se desató en plena cuarentena en el depósito de Ezeiza cuando el sindicato de Camioneros reclamó la representatividad gremial, desatando un conflicto por encuadramiento que, por ahora, está calmo, y que en la Justicia mantuvo el encuadramiento para los trabajadores en el sindicato de Carga y Descarga.

Distinto es el caso de la Asociación Bancaria, que no apunta a este personal sino al vinculado con operaciones financieras y comerciales.

 

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