Polichorros en acción: terror por un falso operativo en San Carlos

El violento episodio ocurrió en 139 entre 33 y 34, cuando una familia dormía. Le aplicaron varios culatazos en la cabeza a un matrimonio, tras derribar el portón con un auto y abrir una puerta con un ariete. Se llevaron U$S200

Edición Impresa

El descanso de una familia del barrio San Carlos, en los primeros minutos del miércoles, se cortó de manera brusca e irracional: desconocidos que estaban dentro de un auto dieron marcha atrás, repetidas veces, hasta que vencieron la resistencia de un portón de rejas del frente de su casa.

Aterrada y desconcertada por la insólita situación, la pareja propietaria de esa vivienda de 139 entre 33 y 34, se levantó de la cama. En el otro cuarto quedaron durmiendo sus tres hijas menores de edad.

Pero antes de que pudieran ensayar alguna reacción, según se informó ayer a este diario, al grito de “Policía, abran la puerta”, tres sujetos de mediana edad, encapuchados, con guantes negros, armas de fuego y con ropa oscura, abrieron con un ariete -como los que usa la Policía- la puerta que comunica con el interior del inmueble.

También se reflejó que la banda, que en ningún momento mostró credenciales identificatorias, rápidamente dejó en claro que, en realidad, no comandaban un allanamiento de rutina, sino era un asalto liso y llano.

Fuentes del caso y vecinos del lugar confirmaron que los polichorros descargaron sobre la pareja toda su violencia: a puro culatazo y con amedrentamiento verbal.

“MÉTANSE ADENTRO”

Las fuentes mencionaron que, antes de que las víctimas del traumático asalto sufrieran el violento embate, quienes estuvieron frente a frente con la banda fueron sus vecinos linderos.

Se trata de Marcelo Amati (58), su esposa Andrea Olaechea (53) y la hija de ambos, Jimena Amati (31), quienes aceptaron contar a EL DIA cómo fueron los tensos momentos sufridos en esa madrugada inolvidable.

En tal sentido, Marcelo señaló que “esto pasó a las 12 de la noche, cuando en casa ya nos habíamos acostado y de repente escuchamos fuertes ruidos”.

Intrigados por lo que advertían que provenía de la calle, Marcelo y su esposa salieron para saber qué sucedía.

La escena los espantó: “Una y otra vez, un Peugeot 308, de color negro, embestía al portón de la reja del frente de la casa de nuestros vecinos. Y lograron tirarlo abajo. Luego se bajaron y, con un ariete policial, le dieron varios golpes a la puerta de madera, hasta que lograron ingresar en la vivienda”.

Sin embargo, antes que eso sucediera, Marcelo y Andrea quedaron paralizados por el miedo.

“Nos dijeron que no era con nosotros y que nos metamos adentro de nuestra casa, mientras nos apuntaban con armas de fuego a la altura del pecho”, reveló el matrimonio.

“NO ERAN IMPROVISADOS”

La frase de advertencia que los asaltantes lanzaron a la pareja, permite conjeturar que aquellos no eligieron la casa de las víctimas al azar.

“Es algo que nos llamó la atención, lo mismo que pese a estar encapuchados, con guantes y camperas de cuero de color negro, se notaba que los tres que entraron a robar no eran jóvenes ni improvisados. Y físicamente eran corpulentos”, recordaron Marcelo y Andrea.

No fueron los únicos vecinos que se percataron de la presencia de los intrusos en la casa del matrimonio con sus tres hijas. Y por eso alguien avisó a la Policía.

“A los 10 minutos llegaron efectivos de la subcomisaría de La Unión, pero los delincuentes ya habían escapado”, consignó Andrea.

Si bien no pudieron precisar lo sustraído a las víctimas, en esferas policiales se aseguró que los polichorros “huyeron con 200 dólares”.

Un vocero policial admitió que en un principio “se creyó que se realizaba un allanamiento en ese domicilio”. Pero se descartó esa teoría cuando se realizaron consultas al respecto a la seccional de esa jurisdicción.

Además, reveló que los delincuentes “exigían dinero y amenazaban con herir a las menores de edad”.

Y que uno de los ladrones “le dio tres golpes en la cabeza al hombre, de 41 años”. Sus vecinos aseguraron que también su mujer recibió un culatazo”.

Marcelo estimó que la banda actuó en la casa sus vecinos “durante al menos 10 minutos”.

A su lado, Andrea aportó que “esta familia hace 3 ó 4 meses que viven acá. Son buena gente” y rescató que “por suerte los delincuentes no despertaron a las chicas”.

“Estamos sorprendidos, porque es un barrio tranquilo”, cerraron.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE