Irrumpen en la vivienda de una jubilada y escapan con dinero y un celular

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Un grupo de al menos tres delincuentes perpetró el pasado jueves por la mañana un feroz golpe en una vivienda ubicada en 9, entre 71 y 72.

Los malvivientes, que sorprendieron a la víctima cuando se encontraba abocada a la realización de tareas de limpieza, utilizaron diversas amenazas para despojarla de varios objetos de valor.

En este sentido, la jubilada relató a la policía que los sujetos ingresaron a la casa alrededor de las 9.30 por el patio del fondo al que llegaron escalando muros.

Según sostuvo la damnificada ante los efectivos que acudieron al lugar, actuaron con tal nivel de sigilo y astucia que recién se percató de su presencia cuando los tuvo a menos de un metro de distancia.

Inmediatamente después de hacer contacto visual los sujetos le exigieron que no emitiera sonido y que se mantuviera inmóvil.

A cambio, los delincuentes le prometieron que no le harían nada. Y cumplieron ya que la mujer expresó a las autoridades que no sufrió lesión alguna.

Los sujetos dieron por sentado que en esa casa había dólares así que comenzaron a exigir a la víctima que indicara dónde tenía las divisas estadounidenses.

Después de varios minutos de preguntas finalmente, los sujetos desistieron.

Según precisó una fuente policial, el tema de los dólares es algo que se repite en cada episodio que tiene a un jubilado como víctima.

“Se trata de una maniobra de tanteo que hacen, como si probaran suerte”, precisó una fuente consultada.

Para no perder tiempo, mientras uno de los sujetos realizaba llevaba adelante el interrogatorio otro emprendió la tarea de recorrer la casa en busca de objetos de valor.

Fuentes policiales indicaron que se llevaron dinero en efectivo, cuyo monto evitaron precisar, y varios objetos de valor.

Una vez que la mujer se aseguró de que no había nadie en su casa, abandonó su habitación, tomó el teléfono y le dio aviso a un familiar.

Si bien la mujer no quiso radicar la denuncia, la policía actuó de oficio y por estas horas se investiga el rastro de los individuos mediante las imágenes captadas por las cámaras de seguridad de la zona.

La situación demuestra que los jubilados continúan siendo el blanco predilecto de los ladrones, cuyos golpes están siendo cometidos con un mayor nivel de violencia e insensibilidad.

Poco parece importarle a los hampones la historia, la experiencia y el camino recorrido de sus víctimas.

Mucho menos las limitaciones físicas y las dolencias que suelen tener los adultos mayores.

Muy por el contrario. Sin piedad, suelen utilizar estas debilidades en su favor para imponer su voluntad y someter.

Los problemas en la visión, la lentitud en los movimientos, el bajo nivel de audición y el miedo a terminar “estropeados”, son los ases bajo la manga con los que cuentan los ladrones cuando se deciden a irrumpir en el domicilio de un abuelo o una abuela.

 

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