Fue a IOMA por una silla ortopédica para su hija y estalló con el mobiliario nuevo

Mariano es un padre que lucha para que IOMA le otorgue la silla ortopédica a su hija Delfina, de diez años. La menor de edad padece de cuadriparesia espástica (parálisis cerebral) y la burocracia pone obstáculos para poder tener elementos fundamentales en su desarrollo. 

Delfina depende de estos elementos ortopédicos desde chica y “es la primera en diez años” que IOMA pone diferentes trabas para su adquisición. El punto máximo de la indignación de esta familia llegó cuando, después de casi un año de espera, debió hacerse presente en la sede central de calle 46 con su hija y se topó con mobiliario completamente nuevo. Según denunció y mostró en fotos, se trata de sillones de "lujo", muy coloridos, que fueron colocados en el hall.

“La tuve que exponer a Delfi”, contó Mariano para darle contexto a la visita que disparó la bronca de los afiliados. La obra social permite que pacientes que lo necesitan, soliciten nuevos elementos cada dos años y así fue que esta familia comenzó los trámites en 2021, sin respuestas positivas.

Pero fue en esa lucha que se topó con esta situación que no hizo más que acrecentar su bronca por los asientos de color rosa y violeta en perfecto estado mientras el cochecito de la nena se encuentra en estado deplorable, tal como mostró en una publicación que hizo en las redes sociales a modo de descarga.

Aprobación y rechazo

La historia de esta lucha comienza el año pasado, cuando se inició el trámite para “una silla postural nueva, una butaca nueva para traslado y una reposera para baño”. Fue la fisiatra de Delfi la que indicó las características que debía tener la silla para que le sirva, ya que cada paciente utiliza una en particular. 

A los siete meses del comienzo del trámite recibieron la aprobación y se licitó a una ortopedia de Capital Federal. Sin embargo, al ir a buscarla, Mariano se encontró con que la silla ortopédica y los elementos aprobados por la obra social no eran los que les querían entregar y ante el reclamo allí, recibió una sola respuesta: rechazar el trámite y comenzar de cero. 

“La que tenían era muy básica y no le sirve”, explicó Mariano. Cuando se acerca a IOMA de 41, le informan que debería, efectivamente, rechazar la aprobación por medio de un escrito de la fisiatra “donde explicó por qué” y volver a empezar. 

El 16 de diciembre del año pasado se inició un nuevo expediente y se sumó un pedido de ortesis. “Desde esa fecha no tuvimos novedades. Llamamos y nos dicen que volvamos a comunicarnos”, contó el padre de Delfina. 

Esta tarde se comunicaron desde IOMA para asegurarle que “esta semana o la otra se iba a resolver”, mientras tanto, la menor de edad permanece en una silla que debió ser refaccionada por su familia, debido al deterioro.

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