Economistas se plantean si en Estados Unidos hay demasiado trabajo

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Washington

La economía estadounidense sumó 390.000 nuevos puestos de trabajo en mayo de 2022, bajando ligeramente de los más de 400.000 nuevos empleos que se venían creando cada mes durante el último año, aunque todavía muestra signos de robustez.

La tasa de desempleo se mantuvo en el 3,6 por ciento, lo mismo que en abril y en marzo, a pesar de que existían expectativas de que alcanzara por fin el 3,5 % de febrero de 2020, antes del comienzo de la crisis económica por la pandemia de Covid-19 y que supuso un mínimo en más de 50 años.

Los datos muestran la moderación de un mercado laboral que continúa siendo robusto, pese al miedo de que la economía entre en recesión por las subidas de tipos de interés que la Reserva Federal de EE UU (Fed) ha aprobado para tratar de poner coto a una inflación desbocada.

El presidente Jor Biden reiteró que reducir la inflación es su principal prioridad económica, y que usará todas las herramientas a su disposición para reducir los costos de los alimentos y la energía para las familias estadounidenses.

Biden admitió que hay señales de que la economía estadounidense se está moderando, pero que esto es “signo de una economía buena” y saludable. En ese sentido, algunos economistas se plantean sin “hay demasiado trabajo en el país”, por lo que es implica para el desafío de bajar la inflación.

Decepción

Conocido el informe oficial de empleo que mostró que las empresas agregaron 390.000 puestos de trabajo a sus nóminas el mes pasado, la decimoséptima ganancia mensual consecutiva, hubo decepción entre algunos economistas que creen que una desaceleración en este momento podría ser algo bueno.

Normalmente, cuando la contratación se desacelera, es una señal preocupante para la economía en su conjunto, pero estos no son tiempos normales. Con casi el doble de puestos vacantes que trabajadores disponibles y la inflación a su ritmo más rápido en cuatro décadas, muchos economistas y legisladores dicen que una desaceleración es justo lo que necesita la economía, según un informe de Ben Casselman, de The Times.

Eso hace que interpretar el número de trabajos sea más complicado que lo habitual. Si bien el número general de puestos de trabajo (cuántos empleados se agregaron o eliminaron de las nóminas corporativas) generalmente recibe la mayor atención, ese puede no ser el caso este mes. El factor clave a tener en cuenta es cómo interactuaron la oferta de trabajadores y la demanda de los empleadores. Por ejemplo, el informe del Departamento de Trabajo mostró que la mayoría de las pequeñas empresas redujeron sus nóminas en mayo, pero los economistas creen que eso fue el resultado de no poder encontrar a los trabajadores adecuados, no porque la contratación para esas empresas se haya detenido.

Así se dan dos números que los economistas analizan:

Un aumento en la tasa de participación de la fuerza laboral desde el 62,2 por ciento de abril podría significar que el mercado laboral está volviendo a equilibrarse, incluso si las ganancias generales de empleo son más lentas de lo esperado.

Y con las preocupaciones por la inflación, se espera que haya muchos ojos puestos en los salarios. La paga aumentó un 5,5 por ciento respecto al año anterior en abril, que fue el mayor salto desde principios de la década de 1980. Una caída en ese número sería una señal positiva, al menos para los economistas, de que la inflación está bajo control. Los trabajadores, sin embargo, pueden tener pensamientos diferentes.

No obstante, una economía que se enfría conlleva sus propios riesgos. Si la recuperación se ralentiza demasiado, podría deshacer gran parte de ese progreso. Sin embargo, la administración Biden argumenta que la rápida recuperación económica que ha tenido no es sostenible y que un mercado laboral que se enfríe es bienvenido. Eso es lo que conducirá a “más oportunidades económicas y más seguridad económica para las familias de clase media que la economía anterior a la pandemia”, dijo a The Times Brian Deese, uno de los principales asesores económicos de Biden.

Subir salarios

Las buenas cifras del empleo están agravando la inflación, ya que las empresas se ven obligadas a subir los salarios para atraer trabajadores, por lo que aumenta la capacidad adquisitiva de los consumidores y esto permite que también aumenten los precios de los alimentos, la energía y los alquileres, entre otros.

La moderación del mercado laboral es por tanto una buena noticia para la Fed, que se prevé que siga aumentando los tipos de interés, que actualmente están en una horquilla del 0,75 % y el 1 %, por lo menos mientras la creación de empleo continúe siendo sólida.

La subida de tipos ya ha generado un efecto en la economía, elevando los tipos hipotecarios y aumentando el precio de la deuda. La economía estadounidense se contrajo un 0,4 % en el primer trimestre del año por primera vez desde mediados de 2020, tras lo que la Casa Blanca reconoció por primera vez la posibilidad de que el país entre en recesión.

 

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